La Maestranza coloca el cartel de 'No hay billetes' y se lidiarán toros de Juan Pedro Domecq en una de las corridas más esperadas de la feria
Diego Urdiales regresa hoy al ruedo de La Maestranza en uno de los carteles más rematados de la Feria de Sevilla en plena semana de Farolillos. Toros de Juan Pedro Domecq para una terna en la que el riojano irá emparedado entre Morante de la Puebla y José María Manzanares, dos diestros predilectos de la afición hispalense y un riojano de Arnedo que aspira a dejar sobre ese legendario albero momentos de belleza insuperable como los que destiló el año pasado en Madrid y Bilbao. «No he tenido muchas opciones de triunfo en Sevilla, he sentido el olé pero no he podido redondear», explica el diestro riojano desde Carmona, un pueblo cercano a la capital de Andalucía en el que se ha concentrado con Víctor García 'El Víctor' para preparar a fondo la corrida. El diestro riojano lleva varias semanas con problemas en el cuello y la espalda que se desataron tras sus tardes de Valencia y Arnedo: «Es una lesión en las vértebras que me producen dolor y me paralizan bastante el brazo. Llevo varias semanas de tratamiento y me encuentro bien, sobre todo después de realizar varios tentaderos y notar cómo las molestias no me han impedido torear en buenas condiciones». La terna le motiva mucho: «Es maravilloso, con dos máximas figuras y con una ganadería que atraviesa un momento extraordinario. Es como un sueño poder hacer el paseíllo en una corrida así. Desde pequeño soñaba con tardes como ésta, en Sevilla, su feria... Es algo inenarrable lo que siento». El cartel ha desatado tanta expectación que desde principios de la semana pasada no había entradas disponibles en la página web del coso. Al diestro riojano le han realizado diferentes entrevistas en los principales rotativos de Sevilla. Se le denomina «torero de culto» y se hace un especial énfasis en su relación con Curro Romero: «Llama mucho la atención. Pero la verdad es que nos hemos convertido en muy buenos amigos, es una persona extremadamente jovial y respetuosa y en el toreo está considerado lo máximo. Le he admirado siempre como torero y como persona es alguien muy especial». La ganadería de Juan Pedro Domecq es uno de los hierros clásicos de Sevilla y una de las predilectas de las figuras: «Sólo pido que me embistan», dice el torero.