sábado, 25 de agosto de 2018
DOCE MONOS
El Frente de Liberación Animal me suena tan absurdo como el Ejército de los Doce Monos de aquella horrorosa película distópica de Bruce Willis y Brad Pitt. Como anhelan transformar el planeta su lógica les hace causar estragos en los corrales del Gas antes de San Fermín o destrozar esta madrugada la sede social del Club Taurino de Pamplona, que por cierto es un bar. Se definen como antiespecistas: es decir, todas las criaturas somos igualmente animales. Unos humanos y otros no, pero paralelos en derechos (y obligaciones, supongo). Mucho más allá del aliento filosófico del FLA y de sustentar su pretendida revolución en destrozar la sede social de un club y revestirla a continuación con un comunicado propio de la dialéctica terrorista, lo que me produce estupor es la conclusión a la que ha llegado Geroa Bai, que subraya que "acciones como ésta dificultan el necesario debate sobre el futuro de los toros en Sanfermines". Es decir, la equidistancia de siempre llevada ahora al socorrido debate antitaurino. En Francia determinados grupos veganos andan destrozando carnicerías e intimidando carniceros. Me pregunto si en un hipotético atentado del FLA contra una carnicería o una pescadería en Navarra, aparecería un comunicado de Geroa Bai lamentado que "acciones como ésta dificulten el necesario debate" sobre el futuro del consumo del chorizo o la pescadilla en el territorio foral. Apuesten a que no. Total, son doce monos. o Este artículo lo he pubicado en Diario de Navarra