La sevillana presenta hoy en Logroño su obra 'Óyeme con los ojos'
La obra 'Óyeme con los ojos' se construye en torno a ocho escenas marcadas tanto por la coreografía como por la poesía y la música
María Pagés (Sevilla, 1963) lleva en la cumbre de la danza flamenca varias décadas tanto por su maestría como por su absoluta capacidad para definir su propio lenguaje estético sin abandonar la esencia de su sentido del flamenco. Esta noche (20,30 horas) presenta en el Teatro Bretón una de sus obras más personales y espirituales, 'Óyeme con los ojos', en la que la bailaora y coreógrafa danza acompañada por seis músicos y se adentra en otra dimensión enlazando el flamenco con poemas de Sor Juana Inés de la Cruz y otros textos de Fray Luis de León, Ibn Al Arabi, Ben Sahl, Mario Benedetti, José Agustín Goytisolo y Tagore. María Pagés narra la vida y las inquietudes espirituales y existenciales de un personaje femenino cuya vida está marcada por el baile y la coreografía surge como vocación ética. Si hay algo que pueda definir la singularidad creativa poliédrica de María Pagés es su arraigado sentido ético de la cultura. La madurez del personaje le aporta la distancia y la valentía de revelarse tal como es; una mujer que no le sorprende ni le asusta su humanidad.
La obra 'Óyeme con los ojos' se construye en torno a ocho escenas marcadas tanto por la coreografía como por la música que constituye por sí sola un personaje dramático fundamental. Su singularidad reside en que la historia y la palabra, el ritmo y el cante, la melodía y el zapateado, la percusión y la voz, que interactúan con fluidez alimentados por sutiles pinceladas de humor e ironía.
Uno de los grandes admiradores de María Pagés fue el premio Nobel de literatura José Saramago, de la que escribió que con ella «el suelo adquiere un misterioso poder de levitación, como si a la tierra le fuera imposible desprenderse de la tierra y diluirse en los aires siguiendo los caminos que sus brazos señalan. Que en María Pagés habita el genio del baile, todos lo sabemos y lo proclamamos. Pero hay algo más en esta mujer: ella baila y, bailando, mueve todo lo que la rodea».
María Pagés comenzó a bailar a los cuatro años comenzó a bailar y eso que no contaba con ninguna clase de antecedente flamenco en su familia. Su padre era matemático y su madre empresaria sevillana. A los quince años tomó la decisión de trasladarse a la Escuela del Ballet Nacional y cuatro años después comenzó una carrera internacional que con los años la ha consagrado como una de las más grandes bailaoras de la historia.
Una carrera grandiosa
Comenzó su carrera profesional con Antonio Gades y en 1990 fundó su propia compañía para poder dar rienda suelta a todas sus necesidades creativas y tener la suficiente libertad para poder desarrollar todos sus proyectos, algunos tan curiosos como el que realizó tras el accidente nuclear en la central de Fukushima. María Pagés realizó un gira por Japón y para su actuación abrió en dicho punto tan candente un teatro próximo a la central nuclear. Según cuenta la propia María Pagés «fue una de las cosas mas hermosas que hemos hecho. Asistieron unos trescientos cincuenta niños con sus padres y abuelos», explica. La actuación de esta noche es una oportunidad única para acercarse a una de las mejores bailaora de la historia.