Maravillosa velada de cante grande la vivida el jueves en el Teatro Bretón gracias al portentoso encuentro entre José de la Tomasa, Segundo Falcón y Manolo Franco con la llave del arte flamenco en una actuación primorosa, jonda y llena de matices y colores. ‘Aires de Sevilla’ es un verdadero deleite para el aficionado por el contraste de voces, acentos y almas cantaoras y la absolutamente magistral guitarra de Manolo Franco, un tocaor sencillamente enciclopédico, de una elegancia inalcanzable y con una precisión relojeramente suiza en sus manos de cuarzo. Y además, con alma. Manolo toca con el alma y por eso conmovió en la maravilla de granaína que interpretó y después en el acompañamiento radicalmente diferente a Segundo y José de la Tomasa, que estuvieron soberbios cada uno en su estilo y su forma. Sorprendió y gustó mucho Segundo Falcón, que estuvo sencillamente colosal por soleá, magnífico por la guajira ‘hermosísima cubana por Triana’ y alucinante y morentiano en la malagueña y su belicoso remonte abandolao. Segundo gozó como un niño sobre el escenario y eso llegó a un público que salió del teatro cautivado por su garganta.
José de la Tomasa dictó una lección. Es una especie de Rafael Alberti del flamenco, un personaje que con su prestancia llena el escenario y que tiene un acento tan asolerado que todos los cantes le nacen de la boca con un afán de pasar a la memoria, con vocación de inmortalidad. Canta por los adentros y por abajo y es una delicia escucharle por siguriya, el himno nacional de su casa; o por esos cantes mineros, cantes ad-libitum con los que perfila matices de una belleza casi inaudita. Acabaron por fandangos con el público en la mano de los tres, con la gente entregada en una actuación original e inmensamente profunda. Una noche de flamenco inolvidable con todo el fulgor a flor de piel del cante grande.
o XXII JUEVES FLAMENCOS. Cante: José de la Tomasa y Segundo Falcón. Toque: Manolo Franco. Teatro Bretón (lleno). Jueves, 1 de marzo de 2018.