María Terremoto por Taswo |
Una noche hermosa, una noche de cante grande en una bodega como aperitivo de la XXI edición de los Jueves Flamencos gracias al acuerdo entre el Teatro Bretón y Bodegas Ontañón para que la avanzadilla del ciclo más femenino del universo flamenco internacional llegara a Logroño de la mano de María Terremoto. Y lo cierto es que la jerezana no defraudó; más bien todo lo contrario a pesar de tener apenas diecisiete años y la herencia de la generaciones de una de las sagas más grandes de la historia del flamenco a sus espaldas, un peso aplastante para cualquiera pero que ella acarrea con una enorme naturalidad. La jovencísima cantaora (seguramente la más bisoña de cuantas han pasado por este ciclo en sus dos décadas de vida) ofreció un recital soberbio, de urdimbre clásica, sin la más mínima concesión a la galería y con una cumbre sobresaliente por siguiriya. Tiene una voz que es una delicia, mecida como un velo, una voz que es un tesoro por su singular armonía y cuando se mete por dentro rebajando los tercios es capaz de dotarla de una hondura extraordinariamente flamenca; cantar hacia una misma, hundir la voz, rebuscar el requiebro preciso sin el más mínimo artificio, sin orfebrería, todo muy por derecho, con una nobleza de cante inmemorial.
Hija de la voz
María es hija de una de las voces y de las personalidades más extraordinarias del flamenco contemporáneo. Su padre Fernando, desaparecido prematuramente, era un caudal verdadero de creatividad. Componía, tocaba la guitarra y cantaba con un sabor antiguo incomparable. Y existen muchos rasgos de Fernando en la voz de María; veta de un mismo cante, adn intercambiable de un sentimiento profundo, de una manera de pisar las tablas y respirar los cantes de gran envergadura sin una monta de la más mínima afectación. Como es natural, María no es -ni puede ser- una cantaora redonda porque se nota que anda sumergida en su personal y genuina búsqueda. Da la sensación de que quiere amaestrar su potencia innata, el grito primigenio que domina y que no quiere que la cataloguen como una cantaora enciclopédica, aunque se recree en la malagueña, el los tientos o en las soleares del inicio. Además, María va muy bien acompañada con un tocaor también joven pero dotado de un excelente compás y sonido. Nos deleitó con una falseta por arriba en la siguiriya sencillamente colosal, enorme de talento y de musicalidad. El público la sintió muy dentro y antes de que María rompiera a cantar le propinó una de las ovaciones de la noche. Nono llevó a María montadita en su compás, con los estribos suelto para que el caballo se desbocara lo justo y nos estremeciéramos con aquella bellezas del flamenco que está a punto de llegar o que quizás haya llegado ya. La verdad es que enn Logroño ya sabemos quién es María Terremoto y las razones por las que se llevó el premio revelación de la Bienal de Sevilla.
o XXI JUEVES FLAMENCOS Primer concierto de la XXI edición de los Jueves Flamencos del Teatro Bretón (Fuera de abono). Cante: María Terremoto Toque: Nono Jero. Lugar: Sala de exposiciones de Bodegas Ontanón. (Lleno). Jueves, 12 de enero de 2017