El joven diestro peruano arrasa también en San Fermín y confirma que está llamado a ser máxima figura
Desde la irrupción de ‘El Juli’ no se recuerda un torero como Roca Rey que haya sido capaz de derribar las principales puertas del toreo
Dos salidas a hombros en la recién finalizada Feria del Toro de Pamplona vuelven a poner en órbita a Andrés Roca Rey, el jovencísimo torero peruano de 19 años y menos de una temporada de alternativa que causa sensación allí donde torea por su increíble valor y que camina como un cohete hacia la cúspide máxima del toreo. Y es que desde la irrupción de ‘El Juli’ en el escalafón de matadores no se recuerda un caso igual de precocidad, valor y capacidad para andar y desenvolverse frente al toro como el de este jovencísimo diestro limeño que tomó la alternativa en septiembre del año pasado en Nimes (Francia) y que esta temporada ha marcado su territorio desde el mano a mano de Valencia con Talavante, el valor derrochado en Sevilla o la Puerta Grande de Las Ventas en la tarde de los toros de Núñez del Cuvillo. Dicen los cronistas que asusta al miedo con su toreo, y es verdad. En su primera tarde de Pamplona, ante astados de Fuente Ymbro, recibió una cornada en el escroto toreando en redondo de rodillas, pasó a la enfermería, donde fue suturada la lesión, y salió para cortar dos orejas al sexto de la tarde. En su segunda comparecencia recibió dos tremebundas volteretas. Roca Rey no se miró, siguió toreando y cortó dos orejas al tercero. Después, con el sexto, un animal de juego muy incierto, volvió a demostrar que pisa el sitio prohibitivo de los elegidos, que torea siempre en un campo de minas, con olor a napalm en su taleguilla. Máximos trofeos en Pamplona, todos los premios en el esportón y sigue para él una temporada que puede ser histórica y en la que le esperan dos plazas riojanas: Alfaro y Logroño, que aunque no ha cerrado todavía sus carteles, parece que hay un sitio asegurado para un diestro que el año pasado eligió el coso de La Ribera para hacer su presentación como matador de toros en España en una tarde en la que además se subió a las barbas del mismísimo Julián López ‘El Juli’. Otras plazas en las que ha triunfado por todo lo alto han sido Olivenza, Alicante, Burgos, Badajoz, además de un bueno número de cosos mexicanos y franceses. Todo esto en menos de un año, lo que indica la capacidad de este descollante diestro. Andrés Roca Rey nació en Lima el 21 de octubre de 1996, en el seno de una familia acomodada y taurina: su madre es asesora financiera y su padre es empresario del algodón. Además, su hermano es matador de toros y su tío empresario del coso de Acho. La siguiente generación de figuras la liderará un torero andino que asombra por su valor sin límites y su absoluta capacidad. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja