Sobresale la cuarta vaca de un buen, aunque flojo, encierro de la ganadería riojana de Álvaro y Pablo Lumbreras
El novillero sevillano Juan Pedro García ‘Calerito’ fue el autor de la faena más destacada de la segunda semifinal del Bolsín Taurino de La Rioja, que celebró ayer su segundo capítulo a modo de semifinal en una plaza de toros de Villamediana que estaba prácticamente llena. ‘Calerito’ se las vio con la mejor novilla del encierro, una vaquita brava, muy fina de hechuras, que fue tres veces al caballo tranqueando en un galope precioso y rítmico. El novillero sevillano ya demostró su oficio con el capote y cuando logró asentarse en el ruedo con la vaca dibujó varias tandas de muletazos especialmente templadas, singularmente una con la mano izquierda. El mejor toreo de capote lo labró el mexicano Héctor Gutiérrez Silva, que apenas pudo lucir su clase con la sexta vaca, pero que dio tres verónicas de cartel. También estuvo a gran nivel Ignacio Olmos, de Toledo, que abrió el festejo y que toreó con mucho gusto, en una labor asentada y firme en la que evidenció su capacidad para templar sin demasiado esfuerzo. Olmos hizo una faena larga y con estructura. José Manuel Vera se las vio con una becerra más pegajosa y por eso le costó más muletazos acoplarse a la embestida, aunque una vez que lo consiguió fue capaz de dibujar muletazos templados por ambos pitones. El menos placeado de los seis pareció el zaragozano Raúl Aznar, que sustituyó al vallisoletano Javier Sánchez-Mira. Aznar, con menos recursos que sus compañeros, tuvo la virtud de querer hacer las cosas con mucha verdad. Jesús Cuesta, también de Sevilla, estuvo muy bien con la quinta vaca en una faena marcada también por el temple a pesar de que el viento molestó bastante durante la función.