Estrella Morente y Rafael Riqueni cierran esta noche (21 h.) la XX edición de los Jueves Flamencos en sustitución del bailaor Israel Galván
«Rafael Riqueni es como un mago», explica Estrella Morente desde su casa de Málaga unos días antes de volver a Logroño con Rafael Riqueni en un estreno absoluto de una andadura que acaba de comenzar diez años después de la última vez que estuvo su padre en Logroño, precisamente con Rafael a la guitarra, un músico por el que Estrella y el resto de su familia siente absoluta devoción. «Tiene el don de aparecer cuando menos lo esperamos y en mitad de esa lejanía que parecía que había marcado su existencia, de pronto dio un concierto en Granada del que yo me enteré casi cuando estaba terminando. No sabíamos dónde llamarle y me quedé bastante apenada por no poderlo ver. Pero de golpe y porrazo, sonó en casa el timbre tempranísimo y apareció Rafael Riqueni en la puerta. Fue un regalo porque somos su familia de Granada y no tuvo ni que llamar por teléfono para avisarnos. Vino a su casa, desayunamos juntos y nos preguntó si podía coger la guitarra de mi padre... Mi madre se puso a cocinar y comenzamos a conversar, hablar y a soñar. Los dos éramos absolutamente conscientes de que teníamos una historia pendiente. Mi padre nos dio el ejemplo de estar siempre al lado de Rafael y de permanecer vinculados tanto a su persona como a su obra. Mi hermano también va a hacer una cosa con él y sin hablarlo todos en casa somos conscientes de que nuestros caminos siempre van a estar muy cerca. Es que además, Rafael es capaz de sorprendernos siempre; cuando nadie sabía que estaba tocando se puso a dar cursillos en Sevilla. Están los guitarristas alborotados por el momento artístico en el que se encuentra y yo estoy muy emocionada por la idea de cantar con su toque. Además, hemos percibido que el público del flamenco le espera una barbaridad; al igual que otro público de la música en general que conoce su absoluta genialidad.
-¿Cómo se imagina que va a discurrir su encuentro?
-Vamos a hacer un recorrido juntos allá dónde nos lleve el flamenco y la propia amistad...
-Le ha salido una respuesta muy ‘morentiana’...
-Es verdad. De alguna manera cada persona reproduce lo que ve y lo que siente; lo que huele, lo que come, lo que oye. Por eso te digo que una vez que nos embarcamos en los sueños nunca se sabe dónde va a atracar el barco; lo que es muy importante es que la nave se lance a su singladura y va a ser en Logroño desde donde vamos a zarpar.
-¿Habrá un disco?
-Sí, un trabajo conjunto en el que se recordarán y se rememorarán a los flamencos antiguos; a los clásicos. Aunque quizás tardemos en grabarlo menos tiempo de lo previsto porque estamos viviendo una compenetración total. Mañana espero a Rafael en casa (la entrevista se hizo el lunes) para estar juntos y estoy segura de que lo que más vamos a hacer será hablar de mi padre. Y a partir de ahí, de recordar los cantes que le gustaba que tocásemos, las cosas que traiga Rafael y lo que yo tengo de Pastora... en cualquier momento puede surgir el disco.
-Enrique Morente hasta fundó el sello ‘Discos Pobreticos’ para grabar el disco ‘Maestros’ en 1994, una de las obras esenciales de Rafael...
-Pasaron muchas cosas en torno a aquel trabajo y con la composición de ‘Estrella Amargura’ Rafael definió para los restos el carácter sevillano de su guitarra, su aroma más clásico. Pero es que además sucedió algo inaudito en la historia, que un cantaor creara un sello discográfico para un guitarrista. Hoy es mucho más habitual, pero en 1994 fue una llamada de atención a las discográficas y un acto de defensa del propio flamenco para consigo mismo. Era como decir que los flamencos tenían todo el derecho del mundo a grabar lo que ellos quisieran, que no les viniera impuesto el estilo ni las formas.
-Cómo se encuentra musicalmente...
-Me siento preparada para hacer un concierto de cante clásico y tengo una ilusión tremenda. Yo vengo del cante jondo y mi casa siempre ha estado abierta a otras vertientes. Y sin darte cuenta te lleva una cosa a la otra; de grabar un disco de música brasileña a hacer dos versiones del Amor Brujo, la de orquesta sinfónica y la de cámara. Y ahora, aunque nunca he dejado el flamenco, vuelvo a mis orígenes.
-¿Tiene necesidad de cante flamenco?
-Es como volver a casa, a mis principios, a mis sentimientos más profundos. Tengo ganas de desarrollar mis conocimientos, mis registros como cantaora y como aficionada. Me siento preparada para afrontar un repertorio que más que nuevo lo defino como el cante. Yo puedo hacer el ‘Volver’ en una película de Almodóvar pero no deja de ser el ‘Volver’ que le he escuchado a Chano Lobato; igual que si canto ‘Cielito Lindo’, que me sabe a Pastora... Mi filtro es siempre el cante. En este momento hacer la cartagenera esa de que ‘tengo que por un espía / por ver si mi amor viene / al pie de Torre García’ me vuelve loca. Cantar eso para mí no tiene nombre ni parangón, descubrir ese secreto y rebobinar hasta que tenía doce o trece años junto a mi padre. Él no está ahora, pero tengo la escuela y el camino que me enseñó de escuchar a los maestros. Y en ello estoy ahora mismo, en la base y creo que tengo intacta la ilusión que siento al volver a mi casa que es el cante.
Rafael Riqueni, el talento oceánico de un músico único
Rafael Riqueni vuelve a Logroño tras seis años de su último concierto en nuestra ciudad (lo hizo en Bodegas Ontañón y en solitario) y diez años después de que cerrara la X edición de los Jueves Flamencos en un inolvidable concierto con Enrique Morente. Aquella actuación los volvió a juntar y ahora, casi como un capricho del destino y por la lesión de Israel Galván, la historia se repite de la mano de Estrella Morente. Riqueni es la guitarra más creativa del universo flamenco y su vuelta a los escenarios es una extraordinaria noticia para el arte y los aficionados.
o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja