El diestro de la Puebla asegura que tiene «la necesidad espiritual y la responsabilidad de hacer una temporada en torno a Sevilla y a su plaza»
«Voy a torear 12 o 15 tardes en la temporada y me gustaría que Sevilla fuese el epicentro de la misma»
Morante lo tiene claro y así lo ha anunciado en una entrevista al diario ABC: «Quiero hacer una temporada en torno a Sevilla. Voy a torear 12 o 15 tardes en la temporada y me gustaría que Sevilla fuese el epicentro de la misma». Y explica más a fondo sus sueños: «En estos momentos estoy muy ilusionado. Quiero torear cinco tardes en Sevilla y recuperar el día del Corpus, una fecha emblemática para Sevilla en la que han toreado maestros como Manolo Vázquez, Curro Romero, Rafael de Paula... con esa ilusión sueño». Tal y como explica en la entrevista concedida a Fernando Carrasco, ya ha habido contactos con Ramón Valencia, gerente de la empresa Pagés. Porque hay algo que considera «innegociable» José Antonio: que se allane el ruedo de la plaza de toros de Sevilla. Así se lo ha hecho saber. «Ramón Valencia está muy ilusionado. Los desniveles del ruedo son innegociables y él lo ve lógico». Y va más allá el torero de la Puebla del Río: «Ojalá se den todas las circunstancias para venir. Sevilla se merece un abono importante para que el abonado vuelva a la plaza y ésta se llene». Abunda en la temporada venidera, que dista mucho de las 50 tardes de este año. «Muchos me han dicho que voy a dejar de ganar mucho dinero. Es algo que no me importa. Todo lo supedito a Sevilla». Dice Morante que durante estos dos años lo ha pasado «mal», si bien señala que cada año fue distinto. «El primero fue a raíz de las declaraciones de Eduardo Canorea y decidimos no ir», refiriéndose a aquel G-5 conformado por él, Juli, Manzanares, Perera y Talavante. «Canorea no tuvo la idea de conciliar, se calló y siguió su discurso». El segundo año se quiso arreglar. «Le dije a mis compañeros que esto no podía seguir así, que había que levantar el castigo. Y en mitad de todo, Manzanares se adelanta y se anuncia en Sevilla. Eso crea una tensión entre los demás compañeros y la empresa que acaba con la ruptura de nuevo. Ramón Valencia reconoce que aunque lo hicieron con la mejor intención se equivocaron porque revivieron celos. Luego me ofreció carteles flojitos y entonces decidí no ir de nuevo a Sevilla. Yo también reconozco que el segundo año no dejamos bien clara nuestra postura, que en principio parecía interesante y luego no lo fue tanto. Quizá ellos (por la empresa) hayan tenido una parte de culpa y nosotros (por el grupo de toreros) otra». Pero ahora todo ha cambiado y el diestro de la Puebla del Río lo tiene más que claro para el 2016. «Tengo la necesidad espiritual y la responsabilidad de hacer una temporada en torno a Sevilla. Siento que tengo que hacer esto». o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja