El arnedano se lleva la feria tras dos puertas grandes y seis orejas en sendas tardes para el recuerdo
Castella y Pablo Hermoso completan la nómina de máximos triunfadores en una feria en la que sobresalen Garrido, Roca Rey y Fuente Ymbro
17 orejas en San Mateo no las recuerdan ni los más nostálgicos de cualquier tiempo pasado fue mejor. Y exactamente, éste es el balance númerico de las cinco corridas de toros del abono de San Mateo, que terminó el miércoles con una de las tardes de toros más completas que se recuerdan en Logroño y que la prensa especializada de toda España ha resaltado como una de los acontecimientos taurinos del año, con el gran triunfo tanto de los dos toreros (Diego Urdiales y el francés Sebastián Castella) como de los astados de la divisa gaditana de Fuente Ymbro. La tarde fue colosal –excepto el primer toro– y el públicó se emocionó por la profundidad y la pureza del riojano como por la raza y la torería del francés, que sufrió una espeluznante voltereta en el sexto de la tarde, a consecuencia de la cual ha decidido dar por terminada su temporada tras sufrir policontusiones, con importante contractura a nivel de abductores. Los toros de Ricardo Gallardo fueron extraordinarios, variados y de gran fondo de bravura y el mayoral salió a honbros de la plaza con los dos toreros. El nombre propio de la feria ha sido el de Diego Urdiales, con un balance numérico arrollador pero que, sin embargo, está por debajo del nivel del toreo y que ha sido capaz de desarrollar en La Ribera. La primera tarde (la del 21 de septiembre) desorejó a un espectacular toro de Jandilla en una demostración de pureza máxima. Antes, en el toro que había brindado a Curro Romero (que vino especialmente a verle desde Sevilla) ya había dejado momentos de gran torería. La plaza se conmocionó; había recibido al riojano con una ovación extraordinaria, y lo sacó hombros a grito de ¡torero! ¡torero! En la segunda corrida, la del miércoles, Urdiales entró sustituyendo a Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante. Volvió a bordar el toreo en todos sus matices, con el bravísimo tercero de la tarde, con el que se jugó las femorales pisando un terreno casi inaudito, y después con el quinto, con el que recetó los muletazos más cadenciosos de una feria en la que el riojano ha salido la friolera de siete veces por la puerta grande. Otra de las grandes noticias del ciclo de San Mateo ha venido de la mano de dos jóvenes, el extremeño José Garrido y el peruano Andrés Roca Rey. Los dos simbolizan un nuevo tiempo para el toreo. El primero de ellos estuvo sensacional el día de la ganadería de José Cruz, cortó una oreja –al igual que Ureña– pero fue capaz de dar un paso más allá con un toro de muy pocas opciones, al que bordó el toreo de capa. Garrido se ganó la sustitución de Ponce el día 21 de septiembre y volvió a encandilar con la gran faena que plasmó a un toro de Las Ramblas. Por su parte, Andrés Roca Rey –que venía a Logroño dos días después de su alternativa– y que se vio frente a frente con Morante y ‘El Juli’, no defraudó un ápice. Estuvo variado con el capote y logró dos faenas muy meritorias, llegando icluso a molestar a ‘El Juli’ por un quite al quinto de la tarde. Su mejor faena fue la del tercer toro, consumada con una estocada perfecta. Se le pidió la segunda oreja y aunque logró otra más fue ante el toro sexto. En esa corrida Morante volvió a dejar su huella de torero extraordinario. Los toros de Zalduendo dejaron mucho que desear tanto en presencia y en comportamiento, pero el cuarto se deslizó lo suficiente para ver al torero de La Puebla demostrar la inmensidad de su clase. Lo bordó con el capote y la faena estuvo preñada de muletazos de bellísima factura. La corrida de rejones fue una de las más mediocres que se recuerdan en Logroño en mucho tiempo. Los toros de Sánchez y Sánchez exigieron mucho y sólo permitieron a Pablo Hermoso triunfar. Sergio Domínguez careció de la más mínima suerte y Fermín Bohórquez paso totalmente inadvertido.
Manzanares y El Juli, las mayores decepciones
Ni José María Manzanares ni Julián López ‘El Juli’ pueden estar satisfechos con la feria de San Mateo que han completado. Es cierto que ambos torero no dispusieron de buenos lotes, especialmente Manzanares, pero los dos han pasado por nuestra ciudad sin el más mínimo relieve. El torero alicantino actuó el día 21 y vio silenciadas sus dos actuaciones, tanto la del primer toro de Las Ramblas como la del toro de Jandilla, al que le dio una gran estocada. Por su parte, ‘El Juli’ toreó la corrida de Zalduendo y se le vio en un estado de concentración y finura muy alejado de los mejores momentos de la temporada. Eran dos de los pilares del abono y fueron silenciados en sus cuatro turnos. Las bajas han sido profusas y de tres figuras del toreo: Enrique Ponce, lesionado el día anterior en Nimes; Miguel Ángel Perera, corneado de extrema gravedad en Salamanca y Alejandro Talvante, lesionado en un dedo en un entrenamiento. La empresa ‘Chopera’ resolvió todos los contratiempos la noche de la primera corrida del abono, con dos sustitutos que aprovecharon su oportunidad: José Garrido y el riojano Diego Urdiales. o Pulicado en Diario La Rioja