miércoles, 3 de junio de 2015
ELOGIO DEL TOREO
Sentir que es posible lo imposible. Hacer como si no existiera la gravedad ni el espacio. Embaucar al tiempo; distorsionar la razón sin ahuyentarla. Saberse único en ese momento exacto en el que no existe otra cosa en el mundo que tú y el toro. Desafiar a la vida sin pensar en la muerte. No descomponerse ni por fuera ni por dentro. Resumir en un instante lo que un hombre anhela para toda una vida. Eso, exactamente eso, se parece un tanto así a lo que debe de ser torear...