Ninguna de las ganaderías ‘duras’ de la última semana de San Isidro supera el examen de Madrid
El denominado ‘torismo’ oficial, es decir, el que componen todos los hierros de la última semana de San Isidro (sin contar con la corrida de Beneficencia y la de Miura, que se lidia hoy) ha cosechado un fracaso rotundo en Madrid, y no sólo por el balance estadístico de la única oreja arrancada en las cinco corridas, sino por algo mucho peor, la epidemia de falta de bravura, fondo, casta y emoción que han deparado los cinco hierros: Baltasar Ibán, Partido de Resina (antes Pablo Romero), Adolfo Martín y Victorino Martín, especialmente ésta última, con una corrida que lidió en solitario Manuel Jesús ‘El Cid’ y que constituyó un fracaso monumental, tanto del torero sevillano y sus cuadrillas como los toros del ganadero de Galapagar.
La corrida del hierro de la A coronada fue mansa y pobre de juego, además de muy desigual de hechuras con toros bastos y altones y otros sin remate ni cara. Además, sólo el tercero recordó al juego de esta divisa con humillación, aunque se acabó muy pronto. Con este panorama, ‘El Cid’ escuchó seis silencios y fue despedido con una sonora bronca. El torero de Salteras distó mucho de aquel que conquistó Madrid hace unos años.
Los adolfos, primos hermanos de Victorino, fueron los toros de menos peso de la feria y en general se taparon por la cara. Una corrida decepcionante de la que se salvó el sexto, el único encastado.
Una de las más esperadas fue la de Cuadri, que no decepcionó en cuanto hechuras por su monumental hondura. Los tres primeros se pararon pronto; el cuarto fue el mejor pero se vino abajo, y los dos últimos acabaron aplomándose.
La de Partido de Resina fue un fracaso, varios fueron rechazados en el reconocimiento por falta de peso y el envío se remendó de mala manera con una escalera de toros de toda suerte de hechuras pero ninguna de ellas reconocibles en la que se considera el hierro de los toros más guapos. Una corrida lenta, mansa, sin poder y realmente tediosa. No había forma de conseguir nada con ellos a pesar de la voluntad que derrocharon Gallo, Ritter y Cerro. Algo parecido sucedió con Baltasar Ibán, muy pobre de presencia, y escasa de casta, muy escasa.
En la Beneficiencia de Victoriano del Río (no torista) salió un gran ejemplar, el primero que le correspondió a ‘El Juli’, que aunque logró pasajes buenos con ambas manos no terminó de redondear la faena y acabó silenciado. Hoy llegan los de Miura para rematar la feria más larga. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja
o Sólo una oreja en la última semana: La que ha cortado el sevillano Manuel Escribano en la corrida de Adolfo Martín al último toro de la corrida.
o Ganaderías: Baltasar Ibán, (de bajísima nota); Partido de Resina (desigual de presencia y de nulas opciones en la muleta); Cuadri (bien presentada, con toros parados y tardos aunque con seriedad en sus embestidas); Adolfo Martín (muy desigual, con toros por debajo del límite de Madrid y menos uno, sin apenas fondo) y Victorino Martín, una «corrida para olvidar», según manifestaciones del propio ganadero en su web.