«Es el sueño de mi vida; tres tardes en San Isidro y en carteles de enorme responsabilidad»
«La faena de la Feria de Otoño me ha marcado, pero eso ya es pasado y cuenta sólo lo que viene»
«Es el sueño de mi vida; tres tardes en San Isidro y en carteles de enorme responsabilidad, al lado de grandes toreros y con ganaderías muy importantes. Es lo que buscaba y lo único que espero es materializar todo lo que llevo dentro». Así expresa sus sensaciones Diego Urdiales unas horas antes de hacer su primer paseíllo en Las Ventas ante toros de Núñez del Cuvillo con Alejandro Talavante y Sebastián Castella como compañeros de terna en una tarde con el coso de Madrid lleno hasta la bandera.
¿Le pesa la responsabilidad?
Yo no diría que pesa, lo que notas es que la expectación que se ha levantado es muy grande y quiero, por todos los medios, estar a la altura de todo lo que se ha dicho y escrito sobre mi toreo en los últimos tiempos. Es muy bonito, estoy muy agradecido pero ahora hay que torear; seguir por mi senda de humildad y torear lo mejor posible.
¿Trata de evadirse?
No, para nada. Llevo desde que acabó la pasada temporada en Zaragoza preparándome para esta feria, con la mente puesta en Madrid. Me he preparado muy a fondo en el campo y siento que llego en el mejor momento de mi vida.
Madrid es la plaza más exigente. ¿Se nota más en este tipo de carteles?
No. Aquí cada uno va a lo suyo. Te tienes que sacar tú las castañas del fuego, y estés al lado de una máxima figura o de cualquier otro compañero, la exigencia es igual para todos.
¿Es la de hoy su tarde más esperada en Madrid?
Creo que sí, pero recuerdo como si fuera ayer en la que debuté en San Isidro en el 2008. Todas las corridas en Las Ventas son especiales y nunca sabes qué va a suceder.
¿Le obsesiona el comportamiento de los toros?
Es esencial tener materia prima para hacer una obra, eso está claro. Todos soñamos con que nos salga un buen toro, pero lo que no queremos de ninguna de las maneras es ese astado que no permite hacer nada, ni lucirte ni jugártela. Sé muy bien lo mal que se pasa cuando depende buena parte de la temporada de lo que pueda suceder en Madrid y te sale un toro así. Te quieres morir. La ganadería de esta tarde es una de las llamadas de figuras y hay un sector del público de Las Ventas que no le suele gustar mucho. ¿Le preocupa? Núñez del Cuvillo es una divisa extraordinaria; me remito a su última corrida de Sevilla y a la trayectoria que ha tenido, puesto que la han lidiado las máximas figuras en tardes cruciales de sus carreras en las plazas de mayor exigencia. Estoy convencido de que si un toro embiste como los de Sevilla todo el mundo se va a poner de acuerdo. Eso sí, respeto todas las opiniones.
¿Qué es lo que destaca de esta ganadería?
Hay toros con mucha clase y otros más exigentes; me gusta la bravura y echa toros muy bravos que van hasta el final. Hace unos días estuve tentando en su finca y me encantó la forma de embestir de varias vacas, muy por abajo, con temple y clase.
¿Es tan diferente a una ganadería como la de Adolfo o Victorino?
Desde luego, pero no porque unas estén consideradas como toristas y otras no. El toro de Saltillo humilla muchísimo y embiste caminando. Lo de Domecq galopa y mete la cara de otra manera, distinta a su vez que lo de Núñez. Lo que hay que hacer es no ir con las ideas preconcebidas. Ni como torero ni como espectador. A mí me gustan todas las embestidas cuando son profundas.
«Soy muy consciente de lo que me juego»
Diego Urdiales está en Madrid desde el martes, día en el que se presentó la obra 'Retrato de Pureza' y reconoce que la expectación generada para la corrida de esta tarde es máxima: «Cuando la empresa te anuncia tres tardes en Madrid y bien colocado asumes esa responsabilidad por encima de cualquier otra cosa. Sé lo que me juego, sin duda», explica.
Toreros gigantescos como Curro Romero o 'El Viti' han declarado admiración hacia su toreo. ¿Qué ha sentido?
Orgullo, pero hay que tener cuidado con estas cosas. Yo no me considero mejor que nadie, intento ir por el camino que me he trazado porque es el que siento. La faena de la pasada Feria de Otoño me ha marcado mucho ya que logré varios de esos instantes que tanto busco. Pero eso ya es pasado. A partir de ahora contará solo lo que viene por delante.
¿Entra el fracaso en sus planes?
Sólo fracasas cuando te dejas algo en el tintero. No sé si triunfaré o no, pero de lo que estoy seguro es que no me voy a dejar nada.
¿Qué le preocupa de la tarde?
Lo que a todos mis compañeros, el viento. Es el peor de los enemigos para un torero. La pasada semana lo vimos con la corrida de Parladé y el vendaval que tuvieron que soportar Abellán, Perera y Fandiño. De verdad es que era imposible sacarse el toro fuera de las rayas. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja