domingo, 26 de abril de 2015

José Maya: «El cante viejo me abre a lo que llevo más oculto dentro de mi ser»

Foto: Ana Palma
El bailaor de Madrid presenta en Logroño ‘Latente’, que estrenó en París, y para el que ha invitado a la gran artista ‘Juana la del Pipa’

«En ‘Latente’ busco la libertad, que fluya el flamenco de mi alma, olvidarme de la técnica, de todo lo que sobra, sólo ser yo en el escenario, despojarme de aquello que me impida sentirme en el escenario completamente liberado». Así explica el bailaor gitano José Maya las raíces más íntimas del espectáculo de danza con el que esta noche (21 h.) culminará la XIX edición de los Jueves Flamencos del Teatro Bretón. José Maya vive en París para «estar conectado con el arte» porque también es pintor de arte abstracto. Comenzó su carrera como bailaor con nueve años, compartiendo cartel en Madrid con primeros espadas flamencos como Antonio Canales, Juan Ramírez y Joaquín Grilo. En su familia abundan los pintores, los escritores y los cantaores. Está emparentado con la histórica bailaora Fernanda Romero y el cantaor Rafael Romero ‘El Gallina’, uno de los flamencos más inspiradores de la historia, un flamenco del siglo XX absolutamente contemporáneo que murió el invierno de 1991 en Madrid casi olvidado y solo.
-¿Qué cante aquel tan hermoso el del ‘Gallina’?
-Estremece por su forma de decir las sílabas, era un flamenco increíble, de voz pulida, sarmentosa. Me inspira mucho escucharlo.
-¿Se baila igual con todas las voces?
-En absoluto, hay cantes y ecos antiguos que te marcan un compás íntimo desnudo y que te hace olvidar cuanto tienes a tu alrededor. Eso me pasa con voces como la de Rafael, Juana la del Pipa, con los cantes del Chaqueta, con los bailes de aquel Paco Valdepeñas.
-Precisamente Paco Valdepeñas estuvo en este mismo teatro en 1999 con Chano Lobato, Rancapino y Juan y Pepe Habichuela...
-Qué maravilla. Ése es el flamenco sin academia al que aspiro, flamenco antiguo, primitivo, que sale del alma y que arrasa.
-¿Cuál es el significado de ‘Latente’?
-Me siento atraído por lo desconocido en un mundo marcado por dos planos: el de la realidad y el de los sueños. Latente es una expresión freudiana (lo leo mucho, apostilla) que tiene que ver con los espacios del sueño, con lo que hay más allá de mí mismo cuando cierro los ojos. Observo la realidad de un mundo violento que nos atosiga y surge una necesidad muy profunda de saber quién soy y que hacemos en esta vida.
-¿Y eso lo logra bailando?
-Especialmente cuando lo hago con el cante antiguo, con el más primitivo. Es como que me abre el paso por un camino especialmente estrecho pero que va directamente a mi alma. El cante viejo me abre la puerta para lograr lo más invisible, lo que llevo más oculto dentro de mí.
-Parece compleja la apuesta, la puesta en escena.
-Pero es un espectáculo sencillo, el cante, el toque, el baile. Me baso en la pureza del cante y aflora lo que más profundamente siento. Por eso me llevo a Logroño a Juana la del Pipa, que canta desprovista de escuela o de artificios, canta puro, canta con el alma si apenas proponérselo. Y eso hace que me salga el baile de otra manera, ni mejor ni peor, distinto a todo. Es la búsqueda que hay dentro de mí y a algo que no puedo renunciar.
-Y la libertad ¿de dónde surge?
-De que me vacío, de que no hay nada especialmente programado, todo surge del espacio del sueño. Bailo como buscando a mis propias sombras; ése es el juego de ‘Latente’, bailar diferente, bailar en el alambre. Además, danzo con unas proyecciones sobre un tela muy especial, un diseño que me hizo Alain Scharrel, un maestro de la escenografía. Bailo con Ravel al violín, y en el espectáculo va surgiendo otra parte mía, siguiendo un instinto y con un baile más contemporáneo que va dando paso a lo más primitivo.
-Se trata de asumir riesgos.
-Claro, cada noche es distinta. Y quizás ahí resida gran parte de la magia que estoy persiguiendo con este espectáculo. Los momentos son diferentes porque hay un espacio para la improvisación que marca cada movimiento. Nunca es igual, siempre es diferente porque ella canta siempre distinto, con matices nuevos que no te puedes esperar y que vas descubriendo.
-La libertad vale el doble o el triple...
-Sin duda, pero te recompensa más que nada. Este trabajo es uno de los más importantes de mi carrera como bailaor y como flamenco, sobre todo por la búsqueda que realizo, y también por el compromiso. Además, estamos muy acostumbrados a montajes muy aparatosos, con grandes cuerpos de baile, tanto en el flamenco como en la danza contemporánea, que me encanta. En este ‘Latente’ prescindo de todo eso y busco la sencillez, la pura emoción.

Juana la del Pipa, la de la voz que nos hace añicos 
Dice David Calzado que Juana la del Pipa, que canta hoy al baile de José Maya, «tiene voz de terruño y temple de torero grande, imagen de gitana cervantina y ninguna prisa; es la Tina Turner de Jerez». Juana Fernández de los Reyes es cantaora y bailaora innata y autodidacta, es una de las mayores representantes del cante de Jerez gracias a su estilo puro y fuera del tiempo. Es un verdadero privilegio que esté hoy en el Teatro Bretón.

Un elenco musical de primerísmo nivel 
La compañía que trae José Maya a teatro está marcada por Juana la del Pipa, pero es que además cantará José Valencia, (premio Giraldillo del cante de la Bienal de Sevilla del año 2012), y que el año pasado estuvo como cantaor solista en los Jueves Flamencos. Nació en Barcelona en 1975 y su carrera ha estado marcada muchos años por lo lebrijano de su origen, por la filosofía clásica con la que marca su estilo y por un peregrinaje juvenil que le hizo ganar infinidad de concursos en distintas peñas. También cantará David de Jacoba y el toque vendrá de la mano del joven sevillano Raúl ‘El Perla’, que es un autodidacta del toque y para el que muchos aventuran una carrera extraordinaria al tratarse de un guitarrista diferente, un flamenco de talento puro. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja