Latente constituyó un espectáculo flamenco extraordinario gracias a José Maya, un bailaor descomunal dotado de un talento salvaje para la danza y de una sensibilidad cantaora que hace que toda la obra, desde sus inicios casi metafísicos, hasta el final buleaero, constituya un verdadero homenaje al flamenco más puro, más primitivo y tabernario. Y es curioso, la obra es profundamente moderna en su concepto, en su ritmo y en su presentación, y realiza un recorrido por los cantes más rancios sin que en ningún momento se confronten ambos tiempos en una batalla sin memoria. Hay tanto respeto y tanta afición detrás de esta idea que por eso rezuma cante bueno, flamenco asolerado, inspiración por sus cuatro costados. José Maya baila antiguo y moderno a la vez y necesita la inspiración del buen cante para sus inusitados melismas corporales. La elección del elenco no puede ser mejor, con la venerable Juana la del Pipa a la cabeza y dos excelentes voces jóvenes, la todopoderosa e inalcanzable de José Valencia, y la profunda de David de Jacoba, un gitano del que se diría que acurruca el cante y lo hace dulce y negro a la vez, que lo duerme y lo despereza a su antojo, que baja los tonos hasta casi lo incomprensible. Bellezón de voz carismática y tierna como la melaza. Y qué decir de Juana la del Pipa además de que araña el alma con su voz doliente de la campiña, con sus recovecos del alma cantándole por tonás a un Maya que se salió siempre de lo establecido, como en esa soleá tañida con todo su cuerpo en zapateados imposibles por su compás e inasumible por su trepidante recorrido. Qué barbaridad de ritmo, qué soltura de manos, que prosopopeya. Dice Maya que busca la libertad, pero la realidad es que este cronista encontró la felicidad en toda la actuación. Feliz por lo emocionante de la función, por el amor al flamenco verdadero desde una perspectiva de investigación moderna del ritual de la danza.
José Maya vuela alto porque sueña el flamenco y lo piensa. Más allá de las sombras con las que jugueteó, más allá de su cante último e íntimo. Más allá del tiempo y de todo, conviene decir que estamos ante un figurón de la danza, como es Perla con la guitarra, tan en su sitio, tan imborrable ya en la memoria de todos.
o XIX Jueves Flamencos del Teatro Bretón (Logroño) Espectáculo:
Latente, de José Maya. Baile:
José Maya. Cante: J
osé Valencia y David de Jacoba. Toque:
El Perla Artista invitada: J
uana la del Pipa. Teatro Bretón. Jueves, 23 de abril de 2015.
o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja
