lunes, 9 de marzo de 2015

DIOSA MARINA

Marina Heredia dejó el jueves en el Teatro Bretón un concierto preciosísimo, repleto de matices flamencos, de búsqueda y cante grande, de hondura y gracia, y de musicalidad. Una actuación portentosa que llegó al corazón de una concurrencia que la ovacionó al principio con respeto y que la despidió al final como a una auténtica reina, como a una diosa Shiva del cante jondo, tras rematar la noche con una ráfaga de fandangos conmovedores, descalza y con ese vestido hindú y gitano que resaltaba su singular belleza. Comenzó Marina por pregones y a mí el del uvero me pareció perfecto, tan bien dicho como sentido, tan arrebatado como técnico pero con esa técnica que no se ve porque se camufla con la verdad de su sentimiento. El concierto tuvo momentos extraordinarios, como la soleá o la malagueña y especialmente la caña, en la que atisbé ese aroma morentiano en los tiempos, en los remates y hasta en la respiración de una flamenca dotada de una gigantesca personalidad y una fuerza en el escenario para la que no le hace falta sobreactuar sino ser ella misma. Hubo además y por si fuera poco una aparición, en forma de tocaor, llamado Jesús Quevedo ‘El Bola’, venido de Jerez y con una manera tan especial de hacer las cosas que, por momentos, me recordó a Israel Galván, que es un bailaor genial y que ha revolucionado la danza flamenca porque deconstruyéndola la ha renovado. En su toque se adivinan mil matices e hizo un tema en solitario increíble por bello, por distinto y por arrebatador. Ojo con este guitarrista porque es muy especial, acaba de grabar su primer disco y está en el grupo Ultra High Flamenco. Antes de los fandangos Marina Heredia se marcó unas bulerías maravillosas dedicadas al toreo de Curro Romero y a uno de sus filosóficos consejos: «Qué difícil es / qué difícil es / comer despacito cuando hay ganas de comer». Total ná, que diría el clásico.

o XIX Jueves Flamencos. Cante: Marina Heredia . Toque: Jesús Quevedo ‘Bolita’. Compás: Jara Heredia y Anabel Rivera. o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja