A falta de unos días para rematar la feria de Abril de Sevilla, la empresa del Baratillo ni ha llamado al torero riojano
El viernes por la noche saltó a los medios informativos taurinos la composición casi definitiva de la próxima Feria de Abril de Sevilla que ha diseñado la empresa Pagés (formada por los cuñados Eduardo Canorea y Ramón Valencia) con la inestimable ayuda de Toño Matilla y todo su entramado empresarial de cosos, toreros, ganaderías e intereses. Las conocidas ausencias de Morante, 'El Juli', Talavante y Miguel Ángel Perera ya no podían sorprender a nadie, pero lo que casi nadie podía esperar es que decidieran ningunear una vez más en el Baratillo a Diego Urdiales, que precisamente recibía ayer mismo en Milán (Italia) uno más de los ya incontables reconocimientos por la temporada que hizo el año pasado: triunfos en Madrid, Mont de Marsan, Dax, Logroño, Zaragoza y una forma de torear que le ha granjeado el respeto de toreros de la talla de Curro Romero y Santiago Martín 'El Viti', que sin ir más lejos dijo el fin de semana pasada en Salamaca que si estuviera ahora mismo en activo el toreo de Diego sería su « gran fuente de inspiración». Es decir, que todos los méritos contraídos por Diego Urdiales en el ruedo, además de la bendición del 'Papa' Curro Romero -como acertó a decir hace unos días Salvador Boix en un acto en Barcelona- no han servido absolutamente para nada, puesto que tal y como explicó ayer mismo Luis Miguel Villalpando a Diario LA RIOJA, ni Ramón Valencia ni Eduardo Canorea ni ningún otro miembro de la susodicha empresa Pagés se ha puesto en contacto con el mentor del torero riojano. Obviamente, la feria no está cerrada, pero a estas alturas parece imposible que Urdiales haga el paseíllo en una plaza en la que los aficionados llevan mucho tiempo reclamando su presencia, tal y como ha sucedido en varios comunicados de la Unión de Abonados de la Maestranza. El desconcierto ante el ninguneo oceánico que somete un año tras otro la empresa de Sevilla a Diego Urdiales se trasladó primero a las redes sociales a través de cientos de mensajes (algunos de ellos de significados periodistas especializados) y después a los propios portales digitales, que se hicieron eco de tan clamorosa ausencia.
Cuál es el motivo
Pero, ¿qué puede pasar para que año tras año suceda esto con Diego Urdiales? La respuesta no es fácil, pero este cronista tiene la sensación de que muchas patadas que lanzan las empresas a determinados periodistas de gran entidad y que han reclamado otra situación para Diego en los carteles (especialmente Zabala de la Serna en 'El Mundo'; Paco Aguado en la 'Agencia EFE' y Álvaro Acevedo, en Cuadernos de Tauromaquia) caen irremediablemente en las espaldas del diestro riojano, que camina por libre en el toreo, que no tiene ninguna empresa detrás que sustente su andadura y que además, y por si fuera poco, mantiene la máxima dignidad en los despachos: es decir, que no pasa ni por el aro de los intercambios ni de los muchos y obscenos trapicheos al que se dejan someter muchos de sus compañeros. Así de claro. Diego Urdiales es un anticuerpo en un sistema putrefacto que permite barbaridades como la ausencia de más de tres lustros de José Tomás de Sevilla; o como la locura desatada de los desencuentros de las principales figuras con ese mismo coso a pesar de las mediaciones públicas del propio alcalde de Sevilla. Un despropósito que demuestra una vez más que los verdaderos enemigos del toreo están muy dentro del mismo y que en ocasiones son precisamente los máximos responsables de las llamadas grandes empresas. Villalpando no encontraba explicación: «No puedo decir otra cosa que la realidad. Ni nos han llamado. Es así de triste, así de duro y así de incomprensible. Ahora tenemos en dos semanas Valencia y ya hemos entablado conversaciones con otras ferias de cara al verano, pero lo cierto es que teníamos mucha confianza en poder ir a Sevilla porque es un torero que encaja perfectamente en los gustos de esa afición».
La feria de Sevilla se sustentará en José María Manzanares (cuatro tardes) y Enrique Ponce, Daniel Luque, 'El Cid', Pepe Moral, Antonio Ferrera, Manuel Escribano e Iván Fandiño, que actuarán en dos corridas cada uno. Habrá tres alternativas (Borja Jiménez, José Garrido y Láma de Góngora) y dos reapariciones: Francisco Rivera Ordóñez, que ahora se anuncia como 'Paquirri' y Eduardo Dávila Miura, que matará los toros de su familia. Sevilla se encamina directamente al abismo. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja