José Cortés ‘Pansequito’ acercará esta noche (21,30 h.) el flamenco más clásico y auténtico al Salón del Columnas del Teatro Bretón
«El cante bueno como el toreo hondo hay que sentirlo en el alma». Así se expresa José Cortés Jiménez, ‘Pansequito’ (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1946), que actúa esta noche en los Jueves Flamencos del Salón de Columnas con el tocaor jerezano Manuel Valencia. ‘Pansequito’ es uno de los cantaores de referencia, una voz iniciática, purísima, intemporal, adornada de ese metal de la sangre tan indescriptiblemente gitano, tan alejado en ocasiones del tiempo y diametralmente opuesto a cualquier moda.
-¿Da la sensación de que su voz flota en el espacio?
-Bueno, han dicho cosas muy hermosas de mi cante, pero a mí lo que me gusta es que me escuchen con respeto, que traten de entenderme, que los aficionados se dejen rozar por lo que uno hace desde el escenario. El flamenco y su sentimiento es algo muy íntimo, muy personal.
-¿Y es capaz de notar ese respeto desde que sale al escenario?
-Desde luego, pero no es sólo por la primera ovación que te pegan en seco, es por algo que respiras en el ambiente que es difícil explicar pero que lo sientes en la piel al segundo.
-Ha venido en varias ocasiones a Logroño. ¿Ha notado en nuestra afición dicho pálpito?
-Desde luego, en Logroño hay un gran respeto por el cante bueno, por la profundidad del flamenco. La prueba es que este ciclo lleva casi dos décadas y que se cuenta con artistas que representan la pureza del flamenco. Creo que este teatro es un ejemplo de amor por el arte.
-Se habla de la pureza pero usted es el único cantaor que tiene un premio a la creatividad en el Concurso Nacional de Córdoba. ¿Cómo es posible?
-Bueno yo siempre digo que soy el único que lo tiene y eso querrá decir que ha sido el único que ha creado... Pero la realidad es otra, yo fui a cantar pero no a competir a un concurso e hice las cosas que me salieron de dentro, del alma. Así que el jurado me dio el premio y siempre lo he llevado conmigo. Me gusta porque salí a mi forma, a mi aire, haciendo lo que sentía.
-¿Y se puede crear en el flamenco?
-Desde luego, pero es muy difícil. Ahí está la figura de Caracol, la creación es patrimonio de los grandes artitas, de esos que están tocados por la varita.
-Siempre ha admirado mucho a Caracol...
-Era un artista impresionante en todo lo que hacía: cantando, paseando por el escenario, hablando. Tenía una personalidad inigualable, un sentido del arte único.
-¿Es el cantaor que más le ha influido?
-Más que influirme me ha inspirado. Yo nunca canto cosas de Caracol, pero su eco está dentro de mi. Él me llevó a ‘Los Canasteros’ de Madrid para inaugurar su legendario tablao. Y lo más increíble de todo es que no me concocía. Le hablaron de mí, le dijeron que había un rubito en el Puerto que cantaba muy bien. Le gusté porque cantaba bien.
-¿Qué es cantar bien?
-Cantar flamenco, tener compás, inspiración, modularte por los adentros, sentir lo que uno hace. Cantar bien es cantar como Caracol, como la Niña de los Peines, como Talega o Juan Pavón, como Marchena o como Don Antonio Chacón. Esas voces son las cumbres del arte flamenco.
-¿Existe el cante gitano y el payo?
-Son dos concepciones diferentes. Hay un sonido especial en el cante gitano, un barroquismo, una hondura, un aire. Eso no quiere decir que los demás canten peor, es distinto. Fíjese como cantaba Marchena o Antonio Chacón, dos maestros insuperables, dos voces auténticamente legendarias.
-¿Y el compás?
-Eso está en el toreo y en el cante. Yo soy muy aficionado a los toros y en La Rioja tienen ustedes un torero repleto de compás y de arte: Diego Urdiales. Soy muy amigo de Curro Romero y hablamos de toros y me dijo que hay un muchacho del norte que tiene un sentido del temple muy especial. Y es Diego Urdiales, al que admiro mucho por su pureza.
-¿Qué tienen el flamenco y el toreo en común?
-Muchas cosas, hasta el silencio interior. Recuerdo una vez en Sevilla cómo le tocaron la música a Curro Romero con el capote por esa forma suya tan personal de sentir las cosas con las muñecas. Hay un compás silencioso, que se siente hacia adentro que lo sacan los toreros en la plaza y los cantaores en el escenario. Hay que vivirlo para sentirlo. El cante bueno como el toreo hondo hay que sentirlo en el alma
-Su cante por soleá y por siguiriya ha sido glosado por los grandes de la crítica... ¿Son sus predilectos?
-Los que más me gustan son los que se cantan bien. Claro que me gusta delizarme por siguiriya o por soleá, son los pilares del cante, pero es mucho más difícil cantar por bulerías. Y no sólo cantar, sino tocar y bailar. Ahí se ve la grandeza de un cantaor.
-Pues casi todo el mundo piensa lo contrario.
-Cantar bien de verdad por bulerías es muy difícil por el compás que tiene, por el ritmo. Cuando se canta grande por bulerías se es capaz de hacerlo bien por otros palos. Al menos es lo que siento yo al escuchar los cantes.
«Manuel Valencia puede ser uno de los grandes»
Pansequito viene esta noche a Logroño con el toque de Manuel Valencia, un joven guitarrista de Jerez del que habla maravillas: «Es muy joven, pero tiene rasgos, talento y actitudes para convertirse en uno de los grandes de la guitarra flamenca», asegura. Y la afición de Logroño lo sabe puesto que ha venido en varias ocasiones a nuestra ciudad con cantaores de la talla de Jesús Méndez o Tomasa Guerrero ‘La Macanita’, entre otros. Manuel nació en la Barriada de la Asunción de Jerez de la Frontera en 1984 y creció con una guitarra bajo el brazo bajo la atenta mirada de su tío Fernando Terremoto, que además de ser un cantaor excepcional fue un gran aficionado y conocedor del toque. También se ha formado al lado de Gerardo Núñez. Se puede decir que su carrera no ha hecho nada más que comenzar pero ya acumula una experiencia a tener en cuenta fuera y dentro de nuestras fronteras. Además, el jerezano ha experimentado también en otras vertientes, como el acompañamiento para bailar. Ha tenido la oportunidad de tocar al lado de guitarristas como el propio Gerardo Núñez o ‘Moraíto’ y en su guitarra destaca la firma de Paco de Lucía, del que reconoce que es uno de los grandes referentes de su carrera. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja