domingo, 7 de diciembre de 2014

La defensa jurídica del toreo en Francia

Guillaume François, presidente de la Comisión de Mont de Marsan, cerró el Invierno Cultural de 'El Quite' 

 «La Francia taurina se ha equipado con las herramientas adecuadas para mantener viva esta cultura compartida sólo por siete países», afirma 

 El abogado y presidente de la Comisión Taurina de Mont de Marsan, Guillaume François, ofreció ayer una conferencia -enmarcado en el Invierno Cultural de la Peña 'El Quite', que culminó con la entrega del premio al mejor quite de San Mateo-, en la que analizó el marco jurídico de la tauromaquia en Francia desde la perspectiva de una ciudad taurina -una rareza cultural en la República puesto que de los 36.000 municipios existentes en Francia, se estoquean toros en menos de cien- en la que su plaza cuenta con más de 4.000 abonados para un coso con 7.500 espectadores y una localidad de 30.000 habitantes en la que logran llenos prácticamente todos los festejos que se programan. Pero todos estos datos vienen de un trabajo previo muy duro que se ha plasmado en un plan sustentado en tres capítulos: transmisión generacional con la creación de una escuela de aficionados que permite el acceso de los menores a todas las plazas de toros; promoción de la cultura taurina para los cargos electos nacionales y europeos, así como para los medios de comunicación nacionales, y defensa judicial de la cultura taurina por el recurso a abogados especializados para interponer procedimientos o defenderse cuando éstos se interponen por parte de los abolicionistas.

Combate de cada día
Y es que para Guillaume François, «la preservación de la cultura taurina en Francia es un combate de cada día. La Francia taurina se ha equipado con las herramientas adecuadas. Era una necesidad; en efecto, la cultura taurina no se encuentra históricamente enraizada en todo el territorio nacional. Es tolerada en una pequeña parte de la zona sur», precisó. El trabajo dio sus réditos y el 22 de abril del 2011, el Ministerio de Cultura francés inscribió la tauromaquia como un hecho etnológico inmaterial, una decisión que fue muy importante para preservar las corridas y su defensa jurídica en el marco legal de la República, y que ha puesto las bases para defenderse de los ataques antitaurinos, en muchos casos cargados de violencia. Por eso los aficionados y sus representantes, «conscientes de esta fragilidad han sabido agruparse en el seno de estructuras que permiten acciones eficaces de preservación interna y de defensa externas. Así es como esperamos mantener viva esta cultura compartida solamente por siete países en el mundo, pero que a la vez es rica de historia y con un patrimonio tanto artístico como cultural inigualables». Mont de Marsan, feria en la que este año uno de sus máximos triunfadores ha sido precisamente Diego Urdiales, vive una edad de oro taurina: entre el 2012 y el 2013 han aumentado un 12 por ciento los abonos en relación al año pasado y más de un cincuenta por ciento en relación al 2008. La ciudad, que celebra su feria a mediados de julio, vive para su abono. De hecho, se embotellan vinos con etiquetas del cartel taurino, la plaza de Plumançon está rodeada de un espacio llamado 'Campo de Feria' en el que hay una gran oferta gastronómica y cultural, con espacios de venta de libros, exposiciones y conciertos musicales. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.