Isidro del Pino |
El año que está a punto de terminar ha supuesto la confirmación del camino emprendido por Diego Urdiales y su revelación como uno de los toreros más firmes y puros del escalafón, lo que le ha valido tras varias faenas en Madrid, Mont de Marsan, Zaragoza y Dax -entre otras plazas- para colocarse de cara al 2015 como uno de los diestros más esperados por parte de la afición. El año no fue fácil pero sí intenso desde que marcó el hilo de su toreo en la Goyesca del Dos de Mayo en Las Ventas, en una tarde complicadísima en la que sólo la cicatería del palco le privó de una bien merecida oreja ante un avieso toro de los Hermanos Lozano al que sorteó con una torería inaudita. En San Isidro logró, un mes después, los naturales más profundos de la feria ante un astado noble de Adolfo Martín que no quiso repetir en la franela del riojano. La faena creció con el tiempo y alguno de los lances dibujados por el diestro de Arnedo han pasado a los anales de Las Ventas por su hondura y plasticidad. Tras Madrid, Ceret y Pamplona, de nuevo con los Adolfos. Pero fue a mediados de julio donde tocó el cielo en Mont de Marsan en una de las tardes más completas de su temporada, al igual que en Dax, plaza en la que bordó el toreo ante una descomunal corrida de Pedraza de Yeltes en la que desorejó a uno de los toros más grandes lidiados a lo largo de la temporada. Sin suerte en Bilbao, lo mejor estaba por llegar en Logroño, donde logró todos los premios; en Madrid en la Feria de Otoño, donde también se proclamó triunfador en una tarde para el recuerdo, y el final de curso en Zaragoza en otra corrida para el recuerdo con dos figuras en el cartel: Enrique Ponce y Alejandro Talavante. Diego Urdiales se prepara a fondo para un 2015 en el que estará presente en las principales ferias de la temporada en un año en el que aspira a seguir marcando diferencias. De momento, en febrero viajará a Perú y Colombia. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.