El cantaor chiclanero Antonio Reyes, acompañado por Antonio Higuero, cierra esta noche los conciertos del Salón de Columnas
El cantaor chiclanero Antonio Reyes será el encargado esta noche (21,30 horas) de cerrar por este año los conciertos del Salón del Columnas del Teatro Bretón. Antonio Reyes –que vendrá acompañado por la guitarra de Antonio Higuero– se subió por vez primera a un escenario con apenas seis años: «Fue en la fiesta de la Parpuja y estaba hasta Camarón de la Isla, Fosforito o El Cabrero, imagínese, un niño tan pequeño con aquellas figuras a su lado. Siempre me emociono al recordarlo porque fue un momento inolvidable y porque también me marcó como artista».
-¿Cómo decidió dedicarse profesionalmente al cante flamenco?
-No existe un momento determinado que te lleve a tomar esa decisión. Es un compendio de muchas cosas y al final estás ahí metido. Mi familia es muy flamenca (tiene parentesco con ‘Jarrito’ y ‘Pansequito’ por la rama paterna y materna) y mi padre es un gran aficionado que me inculcó desde niño el amor por el cante. Creo que todo es un proceso vital y llegó un momento que tras ganar el concurso nacional de Córdoba me decidí a dar el paso al profesionalismo. Me gusta cantar, estudiar, investigar el cante y trato cada día de aportar cosas nuevas que surjan de mi propio sentimiento. Además, siendo niño he tenido el privilegio de que me tocara Parrilla o Juan Morao y eso quedará para mí muy dentro para siempre porque trabajar con maestros de esa importancia aporta mucho como artista.
-¿En qué fuentes del flamenco bebe usted?
-Son muchas, están mis propias vivencias familiares, pero también artistas muy importantes de la talla de Manolo Caracol, Antonio Mairena, Terremoto o Camarón de la Isla. Son artistas que me gustan mucho y que me han influido. Pero si le tengo que decir un nombre siempre pongo por delante el de Manolo Caracol. Con oírle la voz un segundo me conformo porque me llena. La verdad es que este cantaor tenía tal expresión en su garganta que el flamenco le salía siempre nuevo, siempre grandioso. También me impresiona mucho la voz de Camarón de la Isla, la magia de su cante y su enorme personalidad.
-¿Cómo se inspira en ellos?
-Busco sus matices, sus cosas. Lo que no se trata nunca es de copiar porque a la larga eso empobrecería el propio flamenco. Se trata de buscar sus veredas, sus propias fuentes, las afinaciones, los matices...
-Nos han dejado en los últimos tiempos varias de las figuras más decisivas del cante. ¿Cree que hay relevo?
-Es verdad que se han ido flamencos muy grandes: Paco de Lucía, Enrique Morente, El Torta, Moraíto, Fernando Terremoto... Se trata de pérdidas irreparables, pero creo que hay un gran número de jóvenes talentos con una enorme capacidad. Ahí están Miguel Poveda, Arcángel o Jesús Méndez, que cantan increíblemente bien. El flamenco siempre renace y siempre habrá cantaores muy buenos.
-Usted es de Chiclana. ¿Qué diferencia existe con otros cantes gaditanos?
-La bahía suena diferente a Jerez aunque esté muy cerquita. Jerez es como más racial, nosotros hacemos el cante con más dulzura, con un acento distinto y más melódico que tiene que ver con nuestra forma de ver la vida. Siempre me han dicho que yo soy un cantaor de pellizco, con un estilo muy gaditano.
-¿Se ha planteado cómo va a ser el recital de esta noche?
-Cuando salgo a cantar en Andalucía me gusta tocar los palos de cada lugar. Es decir, si voy a Jerez nunca se me olvida irme por bulerías. En este caso es distinto. La idea que tengo con Antonio Higuero es hacer un recital flamenco en el que pasearé por los cantes más clásicos: soleá, siguriya, fandango, tangos, alegrías. Me planteo un concierto flamenco clásico y jondo. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja.