Foto: Justo Rodríguez |
La plaza de toros se llenó en un festejo marcado por el juego desigual de las novillas del Puerto de San Lorenzo y Carlos Lumbreras
La primera semifinal de la XII edición del Bolsín Taurino de La Rioja se vivió ayer con un excelente ambiente en la abarrotada plaza de Albelda, que a diferencia del año pasado, pudo vivir en plenitud el festejo merced al buen tiempo que acompañó el desarrollo de toda la lidia. Apenas, unas rachas de viento dificultaron la labor de los jóvenes becerristas ante las novillas seleccionadas por la Federación Taurina Riojana y Carlos Lumbreras. Sin duda, la mejor vaca del encierro fue la primera, marcada con el hierro de Puerto de San Lorenzo, que posibilitó al extremeño Fernando Flores realizar la labor más artísitica y cuajada de la tarde. La vaca tuvo un viaje excelente por ambos pitones y el joven diestro de Badajoz lo aprovechó dibujando una gran faena meciendo las embestidas con ambas manos, especialmente con varias series al natural de mucha categoría. Fue, de lejos, lo mejor de la tarde. Jorge Alba, de Chiclana, también pudo hacer ‘cositas’ con otra buena vaca, pero la faena tuvo más florituras que toreo ligado y mando. Alba tiene buena clase, pero le faltó el asiento lógico para poder cuajar el astado con más profundidad. Jorge Isiegas no tuvo suerte, su becerra estaba muy congestionada de los cuartos traseros y desde el principio demostró que no tenía motor para aguantar la lidia. Lo intentó todo pero las condiciones de la erala imposibilitaron cualquier atisbo de triunfo. En cuarto y quinto lugar se lidiaron dos vacas de aspecto santacolomeño. La de Juan Carlos Carballo tuvo una embestida alocada y descompuesta que buscaba las querencias con descaro. El joven torero de Badajoz lo puso todo de su parte pero se demostró que era imposible. La quinta, la más seria del encierro, también resulto mansa y aquerenciada y con el defecto añadido de no humillar. Álvaro García demostró su oficio y su cuajo como novillero y poco más pudo hacer. La sexta vaca le correspondió al quiteño Marco Antonio Polo, un novillero con mucha planta de torero. La vaca fue noble y sosa y la labor del torero hispanoamericano tuvo pasajes de entidad, aunque dio la sensación de que la novilla estaba muy por debajo de sus condiciones.
Gran ambiente en los tendidos albeldenses Muchos aficionados recordaban las instantáneas heladoras del año pasado cuando se celebró en este mismo coso la primera semifinal del bolsín taurino. Ayer el coso se llenó y el tiempo acompañó a que los espectadores pudieran disfrutar de una buena tarde al lado de los seis iluisionados novilleros. Se lidiaron vacas de dos ganaderías: la salmantina del Puerto de San Lorenzo y la riojana de Carlos Lumbreras. La segunda semifinal será el 18 de mayo en Villamediana y participarán Juan Antonio Pérez Pinto (Salamanca), Juan A. Arana Trinidad (Algeciras), Luis Pasero García (Toledo), Vicente Jiménez Guirado (Alicante), Héctor Hernández López (Salamanca) y Alejandro García Delgado (Madrid). o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja