El maestro jerezano, con el toque de Manuel Valencia, trae hoy al Salón de Columnas, el sentimiento del compás más hondo del flamenco
Vicente Soto ‘Sordera’ actúa esta noche en el Salón de Columnas (21,30 horas) con el toque de Manuel Valencia, uno de los jóvenes valores de la guitarra flamenca. ‘Sordera’ se trata de uno de los grandes cantaores de Jerez y posee una de esas voces de rajo asolerado, de sentimiento antiguo e incombustible. Pero Vicente es, además, poseedor de una de las discografías más impresionantes del flamenco contemporáneo, bebe en las fuentes más añejas y nunca ha renunciado a colocar su talento al servicio de su entimiento más profundo: «El cante de Caracol, de Tomás Pavón o de Don Antonio Chacón me sigue conmoviendo como la primera vez que lo escuché. Eso es oro puro, fantasia, dominio, temple. Así intento cantar y así entiendo el flamenco, como una manera de vivir y de relacionarme con el mundo», asegura.
-En su carrera siempre ha habido como una búsqueda de una lírica especial en el cante, con sus hallazgos a través de los poemas de Fernando Pessoa. ¿De dónde surgió esa inquietud?
-Es algo que lo llevo muy adentro. Amo la poesía y a través de un amigo mío, Pablo Atienza –que es muy conocedor de la figura de Pessoa– se me planteó poder cuadrar sus vivencias literarias y hacerlas por soleá y otros palos. Me emocionaron aquellas palabras del poeta portugués y me encajaron en ese sentimiento del dolor y de la pena tan arraigado en el flamenco y no me costó nada de trabajo expresarlas con mi cante. Todo lo contrario, surgió con una naturalidad increíble y me siento muy orgulloso de esos discos y de otras cosas que he tenido la oportunidad de realizar con otros grandes poetas.
-Usted es gitano... ¿Cree que existe un compás diferente en su cante?
-Se ha especulado mucho con este tema. Personalmente creo que el flamenco es un sentimiento universal y que no tiene más dueño que las personas que lo aman y lo sienten. Pero creo que hay un compás genético que está en nuestro aliento más profundo. De pronto, ves un chiquillo de apenas cinco años bailando con un compás y un ritmo que es imposible haberlo aprendido. Se lleva en el inconsciente. Y es cierto, hay un metal en la voz que es gitano, no digo con esto que sea mejor o peor, sino diferente.
-¿Le duele la muerte de Paco de Lucía?
-Ha generado en los flamencos un vacío incomprensible. Paco era un genio absoluto, un guitarrista que transformó el toque y que logró trascender las fronteras del flamenco para convertirse en un personaje universal. La guitarra con él evolucionó hasta límites que antes parecían impensables. Además, llevamos muy mala racha: Enrique Morente, Fernandito Terremoto o ‘El Torta’ nos acaban de dejar y uno no se acostumbra a convivir con esas pérdidas tan irreparables.
-¿Se ha quedado el cante estancado frente al toque?
-Sin duda, tengo la impresión de que Montoya, Sabicas y Ricardo pusieron las bases que desarrolló Paco de Lucía hasta una perfección inaudita. Y me pregunto si alguien ha hecho lo mismo con la siguiriya de Manuel Torre o la malagueña de Chacón. Ellos fueron unos creadores increíbles que sublimaron la perfección. Evolucionar esos caminos sin empeorarlos es muy complicado. La guitarra flamenca se ha multiplicado y el cante permanece mucho más anclado en los grandes maestros del pasado.
-¿Cree que en esta época los jóvenes cantaores carecen de los modelos que tuvieron los artistas de su generación?
-Creo que el sentimiento y la propia sociedad es muy distinta. Se tiende más a un cante menos comprometido con la raíz más profunda, aunque es cierto que hay nuevas voces con mucha seriedad e inteligencia que también rebuscan en esa pureza más desnuda.
-¿Le influye el tocaor que le acompaña?
-Mucho. He tenido la inmensa fortuna de tocar con los mejores y es muy importante que el toque y el cante se amasen el uno al otro. Viene conmigo a Logroño Manuel Valencia, un chico muy joven que es una figura y con el que llevo muchos años y da gusto tocar a su lado. Me emociona cantar con un buen tocaor, es esencial para que uno se encuentre. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja