El mítico torero de Madrid será el encargado hoy de entregar el ‘Zapato de Oro’ a Álvaro Lorenzo: «Arnedo es un ejemplo de promoción del toreo»
José Miguel Arroyo, el mítico ‘Joselito’, será el encargado de entregar esta noche (21,30 horas; Teatro Cervantes) el Zapato de Oro a Álvaro Lorenzo. El torero de Madrid, «Joselito, el verdadero», tal y como se ha autodefinido en su exitoso y sorprendente libro de memorias, ha decidido volver a los ruedos para una corrida en Istres (Francia) junto a Morante de la Puebla y llega a La Rioja íntimamente convencido de que el toreo tiene futuro: «Son momentos duros pero no sólo para la fiesta, no hace falta nada más que ver el país para comprender cómo está todo, incluidos los toros», avisa.
-¿Qué recuerdos tiene de su etapa de novillero y del Zapato de Oro?
-Toreé en 1985 aquí, con ‘Chicuelo de Albacete’ y Carmelo y con toros de Prieto de la Cal. Arnedo supone una gran oportunidad para los novilleros pero yo aquel año no lo quería ganar porque hasta esos años se decía que ningún ganador se hacía figura. Todo cambió después...
-¿Es más complicado ser novillero ahora que en su época?
-Siempre ha sido algo muy duro. Ahora las cosas están difíciles porque se dan menos festejos y los chavales llegan a las plazas más importantes con mucha responsabilidad y con menos festejos a sus espaldas. Obviamente esa falta de oficio se nota y en ocasiones les atenaza. Yo tomé la alternativa con 16 años y más de 74 novilladas.
-¿Se siente admirado por los chavales que empiezan en la profesión?
-Me imagino que sí. Yo recuerdo mucho a ‘Yiyo’, que era de mi misma escuela y que estaba consiguiendo cosas grandiosas. Lo veía y me decía a mí mismo que si él era capaz de hacerlo yo también lo podía conseguir. Creo que en la vida si de verdad deseas una cosa la puedes lograr al 90 por ciento. Está la suerte, es obvio, pero tienes que poner todo de tu parte.
-Hace unas semanas revolucionó el mundo taurino con el anuncio de su reaparición en Francia. ¿Aguantará sólo torear una corrida?
-Estoy convencido de ello. Es una cosa muy especial, me lo pidió Morante, la feria de Istres es muy especial y dije que sí. En la vida sólo se puede asegurar que nos vamos a morir, pero en este caso ni voy a hacer temporada ni nada por el estilo. Eso sí, me ha sorprendido todo el revuelo que se ha organizado.
-Lo mismo decía de reaparecer...
-Por eso lo digo. La verdad es que estoy sintiendo cosas muy bonitas que hacía muchos años que no tenía en mi piel y lo que quiero es estar lo mejor posible esa tarde, disfrutarla y volverme a sentir torero.
-¿Es optimista de cara al futuro?
-Desde luego, lo que hay que hacer es apoyarlo un poco más. Hay cosas que no puedo entender, un chaval no puede participar en una novillada hasta que tiene 16 años pero sí lo puede hacer en una moto de carreras con 14. Tengo la certeza de que en el toreo hay cortapisas por todos los lados. Y curiosamente, existe un grupo de novilleros con una proyección tremenda. Hay que apoyar la fiesta desde abajo como se hace en Arnedo para propiciar un futuro mucho mejor.
-¿Y su aventura como ganadero?
-Otra locura y muy grande. Ahora es un momento muy delicado.
-¿Volverá con su divisa a Logroño?
-No tengo ni idea. Mi ganadería ha tenido años buenos y otros peores, pero tengo la sensación de que hay otros hierros que fallan y se les perdona casi todo. o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja