El toreo sigue en una revolución interior soterrada. Morante y El Juli han anunciado, a través de sendos comunicados, que próximamente van a dar –cada uno por su cuenta– los detalles de sus respectivas temporadas europeas. El sevillano actuará en 30 corridas (30 acontecimientos, asegura) y el madrileño se ha reservado la cifra pero ha anunciado que prepara para el próximo 26 de febrero un evento para presentar su temporada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Como maestros de ceremonias de tan singular gala contará con la presentadora Nuria Roca, el periodista José Ribagorda y la música de Manuel Carrasco. Obviamente la expectación es máxima tanto por las plazas a las que irán ambas figuras como por las que se quedarán sin su presencia. El Juli el año pasado no vino a Logroño y Morante fue el máximo triunfador en La Ribera. ¿Entrará la primera plaza de La Rioja en sus planes? Mientras tanto, el veto a Sevilla parece consumado tras las dos declaraciones públicas de José María Manzanares y Miguel Ángel Perera. El alicantino, que es el torero con más cartel en la Maestranza en los últimos tiempos, ha expresado de esta forma las razones por las que no acudirá a su cita anual con el coso del Baratillo: «Varios de mis compañeros han sufrido un tratamiento irrespetuoso, injusto e irresponsable y me siento incapaz de mirar hacia otro lado ante tan injustificado ataque», asegura. Y va más allá: «Bajo mi punto de vista, el toreo resulta de la interacción armónica entre la afición, la plaza, el toro y el torero, que son los cuatro elementos que hacen que una tarde de toros se convierta en un espectáculo mágico e inolvidable. La falta de consideración hacia cualquiera de estos elementos creo que es una falta de respeto al toreo y, estoy convencido, no se debe consentir». Más rotundo ha sido Miguel Ángel Perera, que ha explicado en un extenso comunicado todos los ‘regates’ que le ha hecho la empresa Pagés desde 2009: «Parece ser que a la empresa de Sevilla le importa muy poco los méritos que los toreros se ganan en la plaza, y en el fondo creo que tampoco le importa mucho la afición que, en definitiva, es la que nos mantiene a todos. Y es por la afición de Sevilla y por su plaza –que es una joya–, por la que en muchas ocasiones, y en contra de la opinión de mi apoderado, he decidido torear allí, aún sabiendo que no estaba siendo tratado justamente».
El límite de Perera
En 2009 se quedó fuera de Sevilla después de haber sido uno de los triunfadores del ciclo anterior: «Llega 2010, y renuncio a ganar lo que cobraba ése mismo año en plazas de la misma categoría e, incluso, en plazas de inferior, por estar anunciado en Sevilla», explica Miguel Ángel, que relata cómo en 2011 toreó a pesar de que le cambiaron la ganadería dos días antes de anunciar los carteles: «Pero no sólo eso, cuando llega el momento de liquidar, nos piden también que les rebajemos el dinero. También acepta mi apoderado esa rebaja, y se comprometen, una vez más, a tratarnos de forma ‘privilegiada’ –según ellos–, de cara a la siguiente temporada. Las palabras de Eduardo Canorea fueron: ‘Yo soy una persona agradecida y no olvido a los que tienen esos detalles conmigo’. Pues bien, al año siguiente ni siquiera nos llaman. Tampoco toreo ese año en Sevilla. Pasa la temporada, y le digo a mi apoderado que olvidemos lo pasado, y que cuando llamen, los atienda. Así lo hace. Nos contratan tres tardes, y otra vez nos piden una rebaja en los honorarios porque la Feria ha sido ‘un desastre’, según ellos. Pues también aceptamos». Y remata Miguel Ángel Perera su comunicado que «mi sorpresa llega cuando leo y escucho las declaraciones de Canorea culpando a los toreros de todos los males de la fiesta y de que estamos en el limbo o en la parra. ¿Es ésta una empresa agradecida? ¿Es ésta una empresa responsable? ¿Es ésta una empresa justa con los toreros?», se pregunta antes de asegurar que no toreará en Sevilla con la casa Pagés. ¿Hasta dónde llegará el plante de los toreros? ¿Será capaz la empresa de Sevilla de montar una feria con tantas ausencias? o Este artículo lo he publicado en Diario LA RIOJA.
