Un grupo de universitarios promueve la reorganización del sector taurino para velar por sus derechos
Las estructuras del toreo parecen hibernar como los osos: las empresas se mantienen quietas en sus cuarteles de invierno esperando los nuevos pliegos y recolocándose ante un panorama que ha dejado muchas heridas en el camino. Las grandes figuras como Morante, El Juli y Talavante están en América a lo suyo y el resto del panorama profesional parece completamente yerto. No se mueve nadie, sólo aficionados, un nuevo núcleo que parece recoger el guante que los profesionales han abandonado por completo. Esta semana se acaba de conocer que un grupo de investigadores y profesores universitarios ha impulsado la Red Universitaria de Trabajo para el Análisis y el Diagnóstico de la Industria Taurina (RUTADIT) con el objetivo de establecer un plan de actuación para reforzar la imagen social de la industria de la tauromaquia desde el ámbito académico. Esta red ha nacido tras la presentación hace unos meses del proyecto de la Academia de las Artes y Cultura de la Tauromaquia, impulsado por el periodista valenciano Andrés Verdeguer Talens y que tiene como objetivo «ser el impulso de futuro que necesita la tauromaquia, pero para ello es necesario despertar la iniciativa del sector, despertar sus conciencias».La Academia del toreo
La red RUTADIT, impulsada desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca por Mónica Pérez Alaejos, tiene entre sus objetivos establecer un canal de comunicación plural para el análisis académico del presente y el futuro de la Tauromaquia. Otra de las metas que quieren alcanzar es concretar un plan de trabajo, partiendo del que se propone en el proyecto de creación de La Academia de la Tauromaquia, que contribuya a desarrollar un estudio académico, científico e independiente del sector taurino que permita detectar carencias y aportar soluciones en el contexto actual. Y van más allá, ya que desean colaborar con el futuro Plan Nacional de Tauromaquia en un momento clave en el que los toros han sido reconocidos como Patrimonio Cultural y diseñar un Plan Global de Acción y Comunicación para el fomento y la difusión de los valores culturales, ecológicos y económicos de la fiesta de los toros. En la presentación de la Academia, Juanma Lamet destacó la riqueza que genera la fiesta (2.000 millones por temporada; 970 millones en las grandes ferias; 50 millones en la feria de San Isidro) y se mostró convencido de que la propia industria taurina podría mantener y beneficiarse de un proyecto como el de la Academia de la Tauromaquia. De momento se han puesto sobre la mesa diversos modos de financiación: desde los derechos de imagen, de los cuales en la industria taurina no se reinvierte ninguno, a la posible creación de una tasa taurina de no más de 0,20 céntimos por cada una de los siete millones de entradas que se venden en España por temporada. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja
