Trayectoria mítica e irrepetible
Pablo Hermoso de Mendoza sumó ayer su novena puerta grande en Calahorra tras veinte corridas y la friolera de 32 orejasLa trayectoria de Pablo Hermoso de Mendoza en Calahorra es tan impresionante que se antoja casi irrepetible por cualquier otro torero en muchos años. Desde que debutó el 28 de agosto de 1989, y sin contando con la corrida de ayer, ha participado en 20 festejos y ha sumado la impresionante cifra de 32 orejas y nueve puertas grandes.
Aunque mucho más allá de estas demoledoras cifras está la forma de sentir el toreo y las fabulosas faenas que ha sido capaz de dibujar en una de las plazas más queridas por el jinete navarro a pesar de que llevaba dos años sin pisarla por el mal rato que vivió en el último festejo en el que participó, que estuvo a punto de suspendere por la infame gestión del empresario Fermín Vioque y que quedó en un inesperado mano a mano con Sergio Domínguez. Es curioso, si Pablo le dio la alternativa a Sergio en el año 2001, no conviene olvidar que años antes, concretamente el 26 de agosto de 1994, había sido testigo de la alternativa de su padre, Domingo Domínguez. Pablo debutó en La Planilla de forma desafortunada en una novillada en la que actuó por delante de Enrique Ponce, ‘Chamaco’ y José Antonio Pérez Vitoria y en la que descordó de salida al único toro que iba a lidiar, un buen mozo de César Moreno. Se quedó en blanco y tardó cinco años en regresar, aunque eso sí, lo hizo a lo grande cortando dos orejas y triunfando a lomos del inovidable ‘Cagancho’. La siguiente puerta grande del navarro llegó en 2002 ante un toro de Jódar y Ruchena y con una actuación maravillosa de ‘Campogrande’, uno de los caballos más señalados de su cuadra. En el año 2004 se llenó la plaza y Hermoso cortó cuatro orejas en una tarde en la que destacó ‘Chenel’, quizás el caballo más artístico de la histórica cuadra del centauro navarro. Su quinta salida a hombros llegó en el año 2006, en una tarde en la que brillaron los caballos mas veteranos. Dos años después, Hermoso quizás llegó a la cúspide de su tauromaquia en este coso con un toro de Felipe Bartolomé en que dejó una de las faenas más importantes de su vida en los ruedos. De hecho, en muchas entrevistas Hermoso de Mendoza la suele sacar a relucir. Los aficionados calagurritanos han tenido la opotunidad de disfrutar a lo largo de todas estas temporadas de la evolución de un torero que vino casi como un desconocido y que se ha convertido en el rejoneador más importante de toda la historia. Ayer en Calahorra volvió a disfrutar del encuentro con una de las aficiones que más le respetan. / Publicado en Diario La Rioja, con fotos de Justo Rodríguez