El inolvidable diestro de Madrid ofreció ayer una conferencia en los salones del viejo Ayuntamiento de Alfaro, organizada por El Toril (Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja)
José Miguel Arroyo ‘Joselito’ vuelve esta noche a La Rioja. La cita es en el viejo Ayuntamiento de Alfaro, donde el singular torero va a dictar a las 21 horas una conferencia en la que abordará su vida como matador y su riquísima esfera personal al calor de su impactante libro de memorias. La charla la ha organizado el club ‘El Toril’ y su presidente ha luchado durante diez años para convencer al diestro para una cita en la que se espera un llenazo impresionante.
- ¿Qué le sugiere que una persona lleve una década tras usted para que ofrezca una conferencia?
- Eso dice mucho de él... El que la sigue al final lo consigue. Para mí es una gozada volver a La Rioja porque es una tierra que me trae muy buenos recuerdos desde que debuté antes de un San Isidro en Santo Domingo de la Calzada cuando era prácticamente un torero desconocido.
- ¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre su vida?
- Fue algo que nació en la propia editorial. Lo pensé, al principio no me hacía mucha gracia y les dije que yo no estaba preparado para poner negro sobre blanco mis vivencias. Después surgió la oportunidad de que me ayudara Paco Aguado para transcribir toda mi vida y así surgió el libro.
- ¿Se siente satisfecho con el resultado?
- Ha sido una terapia de choque brutal, lo reconozco.
- ¿Le costó mucho desnudarse, contar su yo más íntimo?
- Fue un proceso, eso está claro. La verdad es que si me decidía a hacer algo así no me podía quedar a medias tintas; eso está claro.
- ¿Pensaba en algún momento de su vida que iba a lograr todo lo que consiguió?
- Era un niño inconsciente que miraba la vida de frente. Un niño con un entorno familiar muy complicado que encontró en el toreo una vía de salvación ante un futuro absolutamente negro. El toreo me abrió todas las puertas porque en caso contrario no sé lo que hubiera sido de mí.
- ¿Cree que fue muy osado en algún momento?
- Sin duda, no me arrepiento, pero la verdad es que la vida fue muy generosa conmigo.
- ¿Qué le movía? ¿El dinero? ¿Ser figura? ¿Trascender?
- Un poco todo. Cuando eres tan joven en ocasiones no te das cuenta de las cosas como ahora, un momento en el que los años te dan un poso y un equilibrio del que antes carecía. Y eso que no se me ha ido la chaladura.
- Siempre dice que está un poco loco...
- Y es verdad; forma parte de mi manera de andar en la vida. Estoy un poco majareta, eso es indudable.
- ¿Qué cree que le dirán sus hijos cuando lean el libro?
- Que tienen un padre cojonudo...
- ¿Sigue toreando en el campo?
- Muy poco. Desde el festival de Adrián Gómez no me había puesto delante hasta hace unos días que lo hice ante tres becerras cagonas.
- ¿Qué ha sentido?
- Una satisfacción brutal, enorme. He vuelto a disfrutar como hacía mucho tiempo logrando cosas sensacionales.
- ¿Qué es para usted el toreo?
- Sigue siendo lo máximo; no soy capaz de explicarlo, es algo que interiormente me hace sentir cosas muy intensas.
- Ahora es ganadero. ¿Duro?
- Durísimo. La situación es muy mala. Pero es parte de mi locura; ver al toro en el campo, con su majestad, con su arrogancia, no se puede comparar con nada.
- ¿Dónde va a lidiar?
- Tengo cinco corridas y tres, de momento, van a ir a Francia.
- ¿Cómo ve a España?
- La veo mal. Yo tengo confianza, no puede ser que todo sea tan malo como nos lo cuentan. A veces pienso que a nuestro país le falta ese punto de torería para encarar los problemas con más audacia.
- ¿Y el toreo?
- Hay una baraja de diestros sensacionales, pero si la gente no ni dinero para pagar la luz es casi utópico que llene las plazas.