El jueves digo adiós a 'Sol y Sombra' y el viernes a 'Vivir para comer', mis programas de Punto Radio La Rioja que llevaban en antena desde mayo de 2005 y desde enero de 2006, respectivamente. Todos sabéis lo que ha sucedido con esta cadena y su inminente final. No puedo entrar a valorar la gestión que se ha realizado porque ni tengo datos ni me considero capaz de hacerlo. Pero no os engaño si dijera que estoy muy decepcionado por cómo han terminado las cosas porque creo que la radio es, quizás, el medio que mejor se desenvuelve en esta tormenta perfecta que sacude al periodismo tradicional desde 2001. Pero a pesar de todo, me quedo con lo mejor, con las inmensas alegrías que he vivido en esta emisora, con las personas con las que he tenido la suerte de trabajar y con el privilegio que ha supuesto durante tantos años contar con dos horas semanales de absoluta libertad para hablar de dos de mis grandes pasiones: el toreo y la gastronomía.
HE SIDO FELIZ
Reconozco que he sido feliz, muy feliz. Admito que me he sentido orgulloso de hacer de altavoz de un sinfín impresionante de historias y personajes, de celebridades y de protagonistas casi anónimos. En el mundo del toreo he asistido a la eclosión del mejor torero riojano de la historia, Diego Urdiales, que siempre ha tenido su voz en esta casa, como Sergio Domínguez; pero también a la reaparición de José Tomás en Barcelona o ese minidirecto que hicicimos desde Madrid aquella fabulosa tarde en la que se entretuvo en cortar cuatro orejas en Las Ventas. En gastronomía he tenido la suerte de conocer casi cada una de las historias de cocineros riojanos tan grandes como Marisa Sánchez, Lorenzo Cañas, Francis Paniego, Ignacio Echapresto, Ventura Martínez y tantos otros que han ido pasando por los estudios a lo largo de tantas semanas. Me siento incapaz de decir más nombres porque entonces me olvidaría de muchos más.
Sin embargo, Isabel Virumbrales ha estado conmigo en todos los programas de toros y ha estado con ustedes cuando yo he faltado, e Íñigo Jalón -primero- y Dani Castrillo -después-, me han hecho comprender que un técnico comprometido con el proyecto es tan necesario en un programa como el mismo proyecto.
LOS MEJORES PREMIOS
Es duro llegar a un momento así, pero no me embarga la melancolía, me puede mucho más la ilusión de cara al futuro y los recuerdos y amigos que me llevo de estos años. Es cierto que nos dieron el Premio de la Academia Española de la Radio, (del que me siento profundamente orgulloso) pero el mejor premio, lo más importante fue el día a día, el trabajo y la emoción de que quizás, al otro lado, había alguien escuchando.
De todas las cosas que se han escrito, me quedo con este artículo sin firma que apareció en Diario La Rioja sobre lo que supuso aquel galardón: La Academia de las Artes y de las Ciencias Radiofónicas de España ha distinguido al periodista Pablo García Mancha (Logroño, 1968) por su programa Sol y Sombra, que se emite en Punto Radio La Rioja, al que reconoce como mejor espacio radiofónico taurino. Un galardón que hace justicia a un profesional que siente el periodismo como una pasión, de la que deja generosas raciones en cuantos proyectos participa y de lo que son testigos quienes siguen sus colaboraciones en estas páginas, en Punto Radio o en su programa de TVR. Una recompensa, en fin, a la excelencia del trabajo honesto y bien hecho que cada día nace 'en provincias'.
P.D. Muchas gracias a todos los que han colaborado conmigo, de todo corazón.