-¿Conoce algún artista genio?
-No. Y no creo que existan. Un artista debe debatirse en un planteamiento muy cruel, que es usar la palabra 'artista' para contar la vida, para contar su vida y eso, a priori, es empalagoso... Un artista no puede ser un genio.
-¿Quién lo es para usted?
-Juan Belmonte. Era un artista jugándose la vida. Sin embargo, un artista ensimismado en su taller que pretende imponer un discurso estético o intelectual a los demás me parece una petulancia.
-¿Quería haber sido torero?
-Me da vergüenza decirlo, pero sí. Mi padre era veterinario, aficionado y muy entendido. Sabía de toros y de arte. Y poco a poco me fui apasionando por ello. Pero ser torero es una profesión imposible para cualquier persona normal. Es mejor ser pintor
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