Ha anunciado que éste será su último curso en activo y le espera una temporada cargada de grandes tardes de gran responsabilidad
José Pedro Prados ‘El Fundi’ ha anunciado que ésta va a ser su última temporada en los ruedos. Si en el mes de octubre se confirma dicha decisión, los aficionados habremos perdido una de las referencias más auténticas de la profundidad ética y moral que supone vestirse de luces cada tarde de corrida y llevar una carrera como matador sin apenas concesiones. El domingo pasado sustituyó a Curro Díaz en Las Ventas para dar la alternativa a Víctor Barrio y confirmar la suya a Juan del Álamo. Pues bien, el torero de Fuenlabrada, además de intercambiar cuatro veces los trastos con sus dos jóvenes compañeros de terna, dio una auténtica lección de tauromaquia y bordó el toreo al natural en varias tandas en las que hizo planear los vuelos de su muleta al ralentí. Es muy complicado torear con tanta lentitud y tanto aplomo a un astado, de José Luis Pereda, que tenía una forma muy irregular de embestir a la muleta. José Pedro Prados ‘El Fundi’ es torero de la misma generación de José Miguel Arroyo ‘Joselito’ (que además de ser amigo le dio la alternativa) pero desde que comenzó en las ferias nada se le puso fácil en su carrera. Es más, la plaza de Las Ventas lo ha tratado con extrema dureza en infinidad de ocasiones y muchos críticos le acusaban torpemente de no saber torear. Se refugió en Francia y desde aquel país y con las ganaderías más duras y los toros más arteros le dio la vuelta a la tortilla para volverse a ganar, tras más de una década de dura pelea y muchas incompresiones, el respeto de esa parte de la afición y de los obcecados críticos que le negaban el pan y la sal. En Francia logró un oficio que después confirmó en tardes memorables en Sevilla (muchas veces ante toros de Miura) o Bilbao, dos plazas en las que se ha sentido como pez en el agua. Hace tres temporadas logró, por fin, entrar en carrusel de las grandes ferias, pero un inoportuno accidente con un caballo en su finca le produjo una fractura de cráneo que estuvo a punto de costarle la vida. Reapareció en un corrida benéfica junto a su amigo José Tomás en Toledo y en San Sebastián resulto gravísimamente herido de nuevo. Cuando más cerca tenía la gloria, se le escapó todo de las manos. Ahora dice que se va, la afición le respeta, pero mucho comenzamos ya a añorar su señorial prestancia. La empresa ‘Chopera’ debería acordarse de él para la próxima Feria de San Mateo. / Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.