miércoles, 29 de febrero de 2012

LAS COSAS QUE DE VERDAD IMPORTAN



El sábado fue un día memorable para todas las personas que queríamos y admirábamos a Luis Pérez. El homenaje que le tributaron sus amigos alfareños tuvo, para nosotros, rango de acontecimiento del alma. Se daban cita demasiadas circunstancias, demasiadas emociones para no salir con el corazón rozado, herido pero inmensamente vivo. Un toro, un torero, un brindis... Carezco de las palabras precisas para indagar en la yaga abierta, no dispongo ni de alquimias ni de medicinas para curar tanto dolor acumulado, pero desde el sábado nuestras vidas se apuntalan en su sentido, en su naturaleza de agradecimiento por estar ahí, a su lado siempre, y saber que algún día nos reencontrarenos. Gracias a todos; muchas gracias compañeros!!