El arquitecto Jesús Marino Pascual elige una cueva del barrio de las bodegas de Quel para explicar la relación inmemorial de la cultura del vino con el desarrollo de la forma de entender la vida en La Rioja
El arquitecto Jesús Marino Pascual (Liédena, Navarra, 1950) eligió uno de los lugares más increíbles y a su vez más desconocidos del universo del vino de Rioja para explicar su amor hacia la cultura gastronómica y enológica de nuestra región: el barrio de bodegas de Quel, concretamente una cueva de propiedad municipal en la que el alcalde de esta localidad de La Rioja Baja, Víctor Manuel Rada, hizo las funciones de Cicerón y embajador de la cocina y la cultura queleña. Jesús Marino Pascual, que este año ha recibido el Galardón a las Artes Riojanas, ha realizado un minucioso trabajo de investigación sobre la historia de este peculiar «hormiguero», tal y como lo define para explicar lo sinuoso de su trazado: «Me enamoré de este lugar gracias a un programa de radio en el que intervenía el profesor José Luis Gómez Urdáñez, que habló de él. Me puse en contacto con el alcalde y a través de nuestra fundación nos pusimos a trabajar para definir su planimetría, cómo era cada bodega por dentro y sus orígenes. Realmente es fascinante todo lo que hay detrás porque esta arquitectura rupestre implica una relación de este pueblo con la viticultura ancestral. Todo el trabajo con la uva se realizaba aprovechando la gravedad. El barrio está en un farallón y se comunica cada cueva con las planas donde está el viñedo con una especie de toberas por donde se introducía las uvas que se transportaban en comportillos», explica. Jesús Marino Pascual es un arquitecto clave para entender el desarrollo de las bodegas riojanas en los últimos años. De su estudio han surgido edificios tan singulares como el Museo de la Cultura del Vino, de Dinastía Vivanco, la remodelación y el Museo de la Enológica de Haro, o bodegas tan vanguardistas como Antión o Darien: «Está claro que el enoturismo es esencial para el desarrollo del sector, tal y como demuestra su evolución en los últimos años. Después de conocer muy en profundidad el ser íntimo de las bodegas, su estructura interna, su origen y su filosofía, tengo la sensación de que en espacios como éste se cierra el círculo. De aquí parte todo, esto demuestra que nuestro ser como riojanos, como un pueblo ligado al vino, no es un capricho, sino una forma de entender la vida. Cuando sales por el mundo y explicas esta riqueza la gente se queda realmente asombrada con la potencia de este mensaje, con toda la historia que puede encerrar una región como la nuestra en la que el vino es un elemento esencial para entendernos a nosotros mismos».
o «Adriá es un artista» Jesús Marino Pascual es un hombre apasionado por el hombre: «La cultura gastronómica me interesa profundamente. Me gusta la comida clásica pero admiro a un personaje tan relevante como Ferran Adrià, al que considero un artista porque es un personaje que va más allá, que trasmite emociones». / Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja; la foto es de Alfredo Iglesias.