José Antonio Pérez Vitoria, El Varea, Curro Lamana, Víctor García 'El Víctor' y Pedro Carra, en la época de la Escuela Taurina. |
La nueva empresa de la plaza de toros de Calahorra, 'Taurovisión', está a punto de presentar a los aficionados una iniciativa realmente sorprendente: la celebración el sábado día 3 de marzo del próximo año de un festival taurino que reúna sobre el albero del coso de La Planilla a los tres alumnos de la desaparecida Escuela Taurina de Calahorra que lograron convertirse en matadores de toros en los años noventa: Pedro Carra, Víctor García 'El Víctor' y José Antonio Pérez Vitoria. El festejo tendría forma de festival y cada uno de los tres toreros estoquearía sendos astados de una ganadería que en estos momentos está todavía por confirmar. Los primeros contactos ya se han llevado a cabo, los tres diestros ya han dado su conformidad y el Ayuntamiento lo ha recibido con los brazos abiertos. La idea, de la que también es partícipe el Club Taurino, supondría regresar por un día a los años dorados de la tauromaquia calagurritana. De hecho, el día que Pedro Carra tomó la alternativa de manos de Roberto Domínguez, una de las grandes figuras de aquella época, el coso puso el cartel de 'No hay billetes', tal y como había sucedido cuando los tres novilleros compartieron cartel en franca competencia ante sus paisanos. Y es que a finales de la década de los ochenta, Calahorra vivió una época prodigiosa en su esfera taurina; algunos la adjetivaron como el milagro de La Rioja Baja. Tres de sus vecinos más jóvenes, casi unos niños, habían tomado la firme resolución de ser toreros. Con el apoyo de un pequeño grupo de aficionados locales y del club taurino de la ciudad, se organizó una escuela de tauromaquia en miniatura donde aprendieron sus primeras lecciones lidiadoras. Curro Lamana, un modesto banderillero, ejercía de profesor y amigo. Pedro Carra tomó la alternativa en 1992, llenó la plaza, debutó en Logroño cortando orejas y pronto se especializó en ganaderías del tipo de Cebada Gago o Juan Luis Fraile, con las que materializó sus triunfos más importantes: cuatro trofeos en La Manzanera en cinco corridas de dichos hierros. Víctor García 'El Víctor', el más joven de los tres, tomó la alternativa en 1996. Su camino fue muy áspero y hasta 1999 no logró entrar en los carteles de San Mateo. Pérez Vitoria se doctoró en su ciudad en 1994 tras recibir dos años antes una pavorosa cornada en el cuello durante la feria de las novilladas de Arnedo. Dotado de excelentes condiciones artísticas, tuvo la suficiente fuerza de voluntad para proseguir en la brecha. Al final, ni tan siquiera tuvo la recompensa de debutar en Logroño como matador.
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.
o EL MILAGRO, ESFUMADO: Este lo publiqué en El País en 2001, cuando se anunció la retirada de Pedro Carra.