Me hubiera gustado mucho estar en la rueda de prensa de ayer en el Ayuntamiento de Arnedo para
preguntarle a Juan Antonio Abad las razones por las que piensan en el
torero de Arnedo para la corrida de Victorino Martín y no para la de
Victoriano del Río...
Casi de rebote, pero sin el casi, me enteré ayer de la rueda de prensa que organizó el Ayuntamiento de Arnedo para presentar el extraordinario cartel de los llamados 'tres tenores' que José Pedro Orío ha logrado reunir para el próximo mes de marzo: Morante, 'El Juli' y Manzanares; ahí es nada, la cúspide del mismísimo G-10 ante los toros de Victoriano del Río en el bellísimo Arnedo Arena. La corrida me parece un gran acontecimiento y creo que se puede poner el cartel de no hay billetes con una fuerza espectacular. Al día siguiente, tal y como anunció Juan Antonio Abad en este periódico y en TVR en el mes de septiembre, se celebrará una corrida de Victorino Martín en la que como dijo el alcalde ayer en la rueda de prensa se cuenta con Diego Urdiales... Me hubiera gustado mucho estar en dicha comparecencia pública para preguntarle a Juan Antonio Abad las razones por las que piensan en el torero de Arnedo para la corrida de Victorino Martín y no para la de Victoriano del Río, máxime cuando en un primer momento ésa fue la primera de las intenciones (con Cayetano y Diego en la terna) y después se realizó una reunión en Madrid para comunicarle al apoderado de Urdiales que se tenía a Morante, a otra gran figura -tipo El Juli- y que no había nada más que nueve mil euros para el tercero de la terna, tal y como se le trasladó al propio apoderado de Diego Urdiales. A estas alturas veo casi imposible (aunque ojalá me equivoque) que Diego actúe en la corrida de Victorino, no porque no la quiera matar, sino porque él había pedido para hacerlo torear en el gran cartel del día anterior. También me hubiera gustado preguntarle al alcalde por qué se presenta un cartel cerrado y del otro sólo las intenciones cuando saben que Diego no va a pasar por ese aro inexorable, por un trágala inmerecido cuando este matador se ha ganado en su pueblo tener el mismo trato que lo mejores, el mismo que tuvo, por ejemplo, cuando estuvo el mejor de todos, José Tomás. Claro, me dirán que no se concibe que vengan los victorinos a Arnedo y no los toree Diego. Y llevan razón. Pero hay formas y formas, porque el propio torero se ofreció, si era menester, a matar la corrida completa y en solitario, como hizo hace unos años para clausurar la vieja plaza donando íntegramente todos sus honorarios. No es cuestión de dinero, es cuestión de formas, las mismas formas que eché de menos cuando alguien decidió que no hubiera preguntas incómodas.
o Este artículo lo he escrito hoy en Diario La Rioja.
o ARNEDO, LA TIERRA SIN PROFETAS, por EL MONOSABIO