Francis Paniego e Ignacio Echapresto se hartan de decirme cada vez que les pregunto por el fragor mediático de las estrellas Michelin que «sólo somos cocineros. Damos de comer a la gente lo mejor que sabemos y lo demás es literatura». Lo reconocen: sólo son cocineros. Sin embargo, todos sabemos lo que supone aparecer en esta dichosa guía roja: estar en el mapa de la gastronomía internacional y lo que el año pasado era un viaje mágico de Ezcaray a Daroca, ahora se ha convertido en un triángulo de desarrollo enoturístico y gastronómico de primer orden. Ahí está el quiz de esta cuestión, saber aprovechar el impulso que conlleva un reconocimiento de este tipo para toda La Rioja, restaurantes sin estrella incluidos, hoteles, bodegas, rutas gastronómicas... Ignacio Echapresto ha conseguido algo increíblemente difícil y meritísimo: empezar casi de la nada y lograr conjugar en su estilo la rica sencillez de los productos más naturales con un refinamiento patrimonio sólo de los grandes cocineros. La suya ha sido una labor tan callada y tan sincera que asomarse ahora por Venta de Moncalvillo y zambullirse en su menú degustación supone uno de los placeres más hondos y exquisitos que imaginarse puedan. Francis Paniego, por su parte, es una de las referencias actuales de la cocina española. Así de claro. De hecho, estoy plenamente convencido de que en muy poco tiempo tendremos un triple estrella en La Rioja: las dos de ahora y la segunda del Portal del Echaurren. Me parece un tipo indómito: bajo su piel habita un Ferrari. Ahí queda para demostrarlo la profundísima renovación que está realizando del Echaurren (hotel incluido), el trabajo del Marqués de Riscal y su personal Tondeluna. Ahí están su reciente aparición en Barcelona junto a genios como Adrià; la bellísima ponencia que ha presentado en 'San Sebastián Gastronomika' o la cita que le espera en Madrid Fusión, donde llevará su restaurante de Logroño al fórum gastronómico más relevante del planeta. Y por si todo esto fuera poco, además tiene tiempo para 'tuitear' sin aparente descanso y ser uno de los cocineros españoles con más seguidores en las redes sociales. Francis e Ignacio son dos iconos del futuro aunque sean sólo cocineros.
o Este artículo lo he publicado hoy en
Diario La Rioja; la foto es de
Justo Rodríguez
