El escritor, autor de la importante biografía de Adolfo Suárez, ofreció ayer una conferencia en el Museo de la Transición de Cebreros. Vía: Diario de Ávila
El escritor barcelonés Carlos Abella, autor de una biografía sobre Adolfo Suárez titulada "Adolfo Suárez, el hombre clave de la Transición", impartió ayer en el Museo Adolfo Suárez y la Transición una conferencia con el título de "Suárez Presidente", donde quiso plantear el contrasentido que suponen los homenajes al ex presidente por parte de aquellos que en su día lo criticaron fieramente. «Ahora sí, todo el mundo lo pone como referencia y lo dignifica» indicó, «incluso aquellos que fueron ferozmente críticos con él». Ha tenido que ser ahora, cuando Suárez está gravemente enfermo, cuando ha empezado a ser reivindicada su figura por todos. En declaraciones a este diario realizadas la mañana antes de la conferencia, Abella comentó que para él, la clave de la Transición fue la confianza que Suárez y Don Juan Carlos supieron transmitir a todos los españoles, y la ilusión del entonces presidente por sacar adelante el proyecto. En este sentido, ambos lo hicieron «extraordinariamente bien». Preguntado por la legalización del Partido Comunista, el biógrafo respondió que, con la perspectiva actual, no fue tan importante el momento (el PCE fue legalizado el 9 de abril de 1977, Sábado Santo) como la propia decisión de legalizarlo. «Los que hablan de Sábado Santo Rojo son precisamente los que se oponían a la legalización» ha declarado. Según muchos autores, la legalización de este partido fue uno de los momentos más importantes en el proceso democratizador.
CLAVE DE LA TRANSICIÓN. Abella, que fue miembro de UCD y ocupó cargos en el Ministerio de Comercio y Turismo y en el de Economía durante la presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo, considera que la dimisión de Suárez se produjo por un estado de ánimo, de conciencia, así como de responsabilidad frente a la situación política de España. Sobre las causas de su renuncia comenta: «En su discurso, él da las claves de su dimisión (...) recuerde aquella frase: ‘Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España».
BALANCE POSITIVO. El autor considera que la el resultado global de la Transición fue «de notable», aunque, como ocurre siempre en política, no todo fue perfecto, pues la democracia tenía muchos enemigos, pocos de ellos renunciaban a sus posiciones y no fue un proceso fácil. Explica que «a toro pasado» es muy fácil encontrar problemas, pero en su momento casi no quedó otra opción, pues la Transición se consiguió mediante pactos, con el apoyo de todos o casi todos. La Constitución, el logro más importante, aún perdura a pesar de todo, aunque haya problemas con la estructura del estado y las autonomías.
A su juicio, además de Suárez, otras figuras y actores clave en la Transición fueron, sin duda, el Rey, Santiago Carrillo, el Partido Socialista en general y Felipe González en particular y también, algunos de los políticos catalanes, como Jordi Pujol. Respecto a éste último, le está muy agradecido por haber escrito el prólogo de la primera edición de su libro: «Genererosísimamente» -y recalca el adverbio- «aceptó escribir el prólogo y me lo mandó en sólo 24 horas». Aunque su biografía apareció en 1997, una reedición de la misma en 2006 contó con la colaboración del hispanista Raymond Carr. Su libro aumenta así la extensa bibliografía sobre Adolfo Suárez que, en general, según Abella «ha tratado bien» al político, aunque, como todo personaje, ha estado sometido a claroscuros. Especialmente crítica fue la biografía de Gregorio Morán, "Adolfo Suárez: ambición y destino". No obstante, cree que la figura del ex presidente Adolfo Suárez quedará para la posteridad como se merece.