Escribía la semana pasada que habíamos perdido las elecciones y, visto lo que ha sucedido en los comicios en el País Vasco y Navarra, el panorama se pone mucho peor de lo que se podía esperar. Me gustaría explicar algunas cosas: no dudo de que en Bildu pueda haber gente bienintencionada y con un verdadero sentido democrático, personas que crean que ETA ha decidido parar y que con esta iniciativa se pueda conseguir su disolución. Sin embargo, e independientemente de que el Tribunal Supremo declarara probada la relación entre la banda terrorista y esta coalición, no hace falta ser muy perspicaz para comprobar la continuidad existente entre la vieja Batasuna y este nuevo conglomerado de la izquierda abertzale. En muchos casos son exactamente los mismos personajes que han amenazado, extorsionado y alentado los asesinatos los que están en las listas o urdiendo detrás de ellas las estrategias políticas para desestabilizar cualquier proceso verdadero de normalización política de las provincias vecinas. Sin ir más lejos, su candidato a Diputado General de Guipúzcoa, Martín Garitano, fue redactor jefe de ‘Egin’ desde 1984 a 1998. Aquel periódico, además de un libelo, era el portavoz de ETA y donde ponía el acento solía depositar después sus huevos la serpiente asesina. Garitano lo dijo claro hace unos días en una entrevista: «ETA es una organización que ha ejercido la violencia política y la ha padecido». Para este periodista reconvertido, los presos de la banda terrorista son «prisioneros políticos como en su momento fue Nelson Mandela, que empleó la violencia y acabó siendo premio Nobel de la Paz». Ellos mismos definen con sus declaraciones a quién representan y dónde se encuentran sus objetivos. A mí lo que me aterra es que controlen una Diputación y superen los mil concejales.
o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja en una serie que aparece los jueves y que se titula Mira por dónde.