La composición de los carteles de la Feria de Abril se convierte en un mercadeo entre los intereses de empresas y apoderados
Los portales taurinos llevan una semana intercambiando exclusivas, nombres de toreros, gestas y combinaciones sobre los carteles definitivos de la Feria de Abril de Sevilla, que a la vista de las distintas informaciones y rumores, cuentos de apoderados y silencios administrativos, se han vuelto a convertir en un oscuro mercadeo entre los intereses de las empresas y los dictámenes de los apoderados más poderosos. Sevilla, que este año ha reducido dos corridas de la feria por motivos del calendario litúrgico, vuelve a caer un año más en manos de los intereses de las empresas dejando fuera de los carteles toreros que han demostrado en el ruedo que merecen un sitio en una de las ferias más importantes de España: entre los probables ausentes destacan tres nombres: Diego Urdiales, que el año pasado fue apartado a última hora de la corrida de Victorino Martín y que se las vio en una tarde de vuelta al ruedo con la durísima divisa del Conde de la Maza; Morenito de Aranda, autor de una de las mejores faenas al natural del año pasado en Las Ventas, y Sergio Aguilar, que hace dos temporadas probó toda la hiel de la corrida de Palha jugándose literalmente la vida entre los pitones obteniendo a cambio el pago de la indiferencia. Pero para más inri, existe un significativo número de toreros que sin venir a cuento su contratación se ven de nuevo anunciados en abril sin más motivo que tener a sus espaldas una empresa que intercambia con Ramón Valencia y Eduardo Canorea –empresarios del Baratillo– sus nombres como cromos para situarse después en otras ferias a cambio de los favores debidos. Cayetano se sitúa en la cúspide de los que tienen mucho más de lo que merece por lo obtenido en el ruedo. Está fijo en la corrida de Garcigrande con Ponce y Juli y se baraja su nombre para la de Torrehandilla, junto a Daniel Luque –apoderado por Casas, empresario de Nimes y que el año fracasó en las tres tardes que actuó (una de ellas mano a mano)– y El Cid, que va a cuatro tardes: la de Victorino (con Padilla y Cortés y en la que parece imposible que entre Diego Urdiales por el empeño que han puesto los apoderados del diestro de Salteras en que no se cruce con el riojano) y tres corridas más con figuras. Juan Mora, que fue el gran triunfador del año pasado en Madrid, cada día está más lejos del abono sevillano: razón económica parece el desencuentro ypor ello le han ofrecido su hueco para que Esaú Fernández tome la alternativa. Oliva Soto también puede quedarse fuera y entre los diestros intercambiables aparecen César Jiménez, Antonio Barrera, Matías Tejela, quienes cuentan su aparición por Sevilla en similares circunstancias por fracasos. Eso sí, la mayoría vienen avalados por apoderados con plaza. Para la corrida del Conde la Maza se barajan los nombres de Luis Bolívar, Iván Fandiño y Antonio Nazaré, mientras que para la de Alcurrucén suenan Leandro, Antonio Fererra, Rubén Pinar o Miguel Tendero. Eso sí, parece que Morante puede rematar su año el 12 de octubre fuera de abono con seis en La Maestranza. ¿Será verdad?
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.