Normas de la UE condenan a varias divisas al matadero
Varias divisas bravas desaparecen por no poder soportar medidas sanitarias de la UE diseñadas para animales estabulados
Los ganaderos José Manuel García-Torres y Pilar Majeroni, propietarios del hierro de Sánchez Cobaleda, una divisa conocida como ‘Patas Blancas’, han enviado todas sus reses al matadero porque han sido incapaces de afrontar una situación administrativa «imposible», en la que las bajas veterinarias hacía inviable la subsistencia de la vacada. «No hemos podido hacer nada por ir contra las decisiones de la administración», aseguran unos ganaderos que argumentan que las bajas anuales hacían imposible la continuidad del hierro. «La cantidad de vacas que teníamos que sacrificar cada año es tal que no se podía seguir así», explica Pilar Majeroni en un reportaje publicado por la Tribuna de Salamanca. Tal y como explicó el pasado jueves en el programa ‘Sol y Sombra’ de Punto Radio La Rioja Juan Antonio Menacho, fotógrafo salmantino y gran conocedor del campo bravo salmantino: «Se sabía desde hacía tiempo que por culpa de los dichosos saneamientos veterinarios la Administración les estaba obligando a matar muchas vacas. Incluso que tras los tentaderos se veían obligados a aprobar muchas más vacas de las que realmente lo merecían para tener un número suficiente de vientres». Menacho recoge en su blog –objetivoeltoro–, que su propietario, «ha tirado finalmente la toalla tras luchar contra el infranqueable muro de las autoridades sanitarias locales, nacionales e internacionales. El esfuerzo durante todo este tiempo ha sido enorme, como el que mantienen otros muchos ganaderos, tanto a nivel personal como económico. Pero el disgusto y las lágrimas no ha podido ser evitadas por esta familia dedicada toda su vida a la cría de ganado bravo desde hace varias generaciones». Y va más allá: «No hubo ninguna opción por parte de las autoridades. Ni tan siquiera la conservación de embriones o de unos pocos ejemplares para salvaguardar el encaste como se les ofreció a modo de opción desesperada. La respuesta de la Administración siempre fue no a todo. Así que sólo se han quedado con las cuatro camadas de machos, es decir, desde cuatreños a añojos. Y una vez lidiados habrá desaparecido el santo y seña de un encaste, el Vega-Villar, tan característico del campo bravo salmantino y con tanta personalidad. Y tan escaso...».
o Más casos. Pero si esta pérdida ya es irreparable, como le pasó hace unos años a la ganadería de Molero, una de las más raras genéticamente de cuantas conforman en valor genético del toro de lidia, también se acaba de conocer, y de nuevo gracias a Juan Antonio Menacho, la reciente desaparición de otro hierro, en este caso de encaste Santa Coloma: el de Trifinio Vegas: «Estamos iniciando una racha que parece que no es más que la punta del iceberg de lo que se avecina si nadie hace nada por evitarlo... Esta divisa estaba inscrita en la Asociación desde 1983; aunque fue en 1988 cuando sustituyó todas las reses por 60 vacas y un semental de encaste Santa Coloma vía Buendía, compradas a los hijos de Pablo Martínez Elizondo», abuelo de los empresarios de Logroño. «Las reses se encontraban en la finca ‘Isla Brava’, en Matapozuelos (Valladolid). Un total de 400 cabezas, incluidos todos los machos sin torear ninguno (añojos, erales, utreros, cuatreños y cinqueños) han sido sacrificados en la última semana, siendo transportado el día dos de diciembre a primera hora el último lote de vacas con su semental. Algunas de estas vacas estaban recién paridas y los becerritos apenas podían andar para subir al camión».
o Historia. Fue formada por José Vega en 1910 con vacas de Veragua y sementales de Santa Coloma. En 1985 pasa a sus propietarios. Leyenda. Alcanzaron su esplendor a mitad de S. XX. Las Ventas fue su gran plaza, aunque cosecharon numerosos éxitos en Bilbao, donde se anunciaron durante veinticinco años consecutivos. Lo que queda de este encaste. Paco Galache, Monteviejo y Justo Nieto. Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.