Juan Medina es profesor titular del Departamento de Economía de la Universidad de Badajoz, experto en estadística y creador de un «método matemático para valorar la excelencia en el toreo». Aunque reconoce que la emoción es un asunto particular e incontrastable, «un escalafón, por el contrario, debiera ser el resultado de un proceso racional, fruto del método científico, y por ello, una cuestión general, nunca particular». En su web -escalafon.blogspot.com-, el profesor Juan Medina acaba de publicar un artículo titulado 'Gallup y los toros: desmontando el mito'. En él explica que «el agit prop antitaurino suele utilizar las encuestas del Instituto Gallup como uno de sus argumentos favoritos para demostrar que la afición a los toros es minoritaria». Y lo razona: «La primera encuesta data de 1971 y concluía que el 55% de los españoles se mostraba interesado en las corridas, lo que teniendo en cuenta la población suponía unos 18.900.000 aficionados». Desde entonces, prosigue Medina, «Gallup ha realizado la encuesta en diez ocasiones más. La última, en el 2008. Sin embargo, la encuesta más reciente y homologable con la de Gallup, es la que llevó a cabo Metroscopia y que El País publicó el uno de agosto, cuatro días después de la prohibición catalana. Encuesta que, a pesar de sus resultados claramente propicios a las tesis taurinas, fue muy bien acogida por los colectivos animalistas, dado el sesgo que el diario le dio en su titular de portada». Entre 1971 y 1987 los resultados de la encuesta van en consonancia con la evolución de los festejos taurinos en España, situándose el grado de interés en los toros en torno a un 45-50% de la población (unos 18.000.000 de españoles). Sin embargo, a partir de 1987 la encuesta Gallup muestra unos resultados incoherentes con la realidad de unos espectáculos taurinos cada vez más abundantes. Datos de unos festejos que, hay que subrayarlo, son visados por el Ministerio del Interior, a diferencia de los datos de Gallup, producto de una encuesta telefónica. Y va más allá Medina: «La incoherencia persiste a partir del 2006; esta vez en sentido contrario, pues mientras el número de corridas de toros cae un 31%, el interés de los españoles por los toros se incrementa, a juicio de Gallup, un 43,8%. Llamativo resulta también que en 1992 y 1993 realizan dos encuestas consecutivas con resultados tan dispares que parecen poner de manifiesto problemas metodológicos o de elaboración estadística: en tan sólo un año el interés aumentó un 22,3% (2.750.000 aficionados más). Podemos concluir que las mismas encuestas sociológicas tan manoseadas por los prohibicionistas afirman que en el 2010 somos 17.400.000 los españoles interesados en las corridas de toros: cinco millones más que en el 2006, y sólo un millón y medio menos que en 1971». o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.
