INTELIGENCIA EMOCIONAL

Alberto López Simón es uno de esos novilleros a los que se les adivinan múltiples posibilidades, a los que se les aprecia hasta una manera diferente y especial de desenvolverse en el ruedo, una inteligencia emocional exclusiva y una capacidad para conectar con los tendidos realmente llamativa, tal y como logró ayer con un novillo sensacional, al que fue capaz de cuajar de principio a fin en la única actuación de toda la feria premiada con dos orejas, justas e irreprochables. La faena comenzó de rodillas en el platillo del Arnedo Arena y López Simón fue capaz de ligar nada más y nada menos que dos medias docenas de muletazos en redondo en la misma tanda que pusieron la plaza a revienta calderas. El reto era mayúsculo porque lograr mantener tan alto nivel durante toda la actuación se antojaba una empresa complicadísima. El toro, llamado ‘Carretilla’, de la ganadería de Fraile Mazas, que es el segundo hierro de Valdefresno, embistió incansable. Era una auténtica máquina, y aunque no tuvo entre sus múltiples virtudes la de la humillación, le puso a López Simón el Zapato de Oro en la muleta, y el torero, capaz, valiente y comunicativo, no lo desaprovechó en una faena larga, templada, ligada y que tuvo entre su muchas ramificaciones, la sobresaliente virtud de jugar con las alturas, más obligada con la mano izquierda, aliviando el viaje cuando toreaba en redondo a sabiendas que el toro si se le obligaba por abajo a lo mejor dejaba de eembestir con ese empuje tan expresivo. López Simón recuerda sorprendentemente a Alejandro Talavante, pero mucho más en su forma de andar por el ruedo que en su concepción de la tauromaquia, ya que además de su parsimonia, le gusta adelantar la muleta, jugar con las distancias y redondear las faenas con estocadas hasta la bola, precisamente uno de los grandes defectos de diestro extremeño pero que al nuevo Zapato de Oro le puede servir para ponerse en la cima del escalafón novilleril con singular contundencia. Decíamos que López Simón había cuajado al toro bueno, pero con el malo, otro imponente novillo de Valdefresno muy parado, se jugó la vida montándose literalmente encima de él, yéndose al pitón contrario, jugando la muleta con una ductilidad que sólo poseen los elegidos. Se la jugó de verdad y dio una auténtica lección de arrojo a sabiendas que la faena anterior era su pasaporte para la gloria y que nadie, absolutamente nadie le iba a recriminar nada si abreviaba con el sexto. La novillada de Valdefresno, muy bien presentada, no dio el juego esperado porque estuvo condicionada más por su debilidad que por su evidente mansedumbre. El quinto se rompió una mano y fue reemplazado por un excelente sobrero de Baltasar Ibán, que puso en evidencia tanto la precariedad técnica de Miguel de Pablo como el excelente momento que atraviesa esta ganadería escurialense, que tan buen juego dio en la tercera novillada, en la que lidió un sexteto de una enorme calidad. Una gran feria con un triunfador justo e inapelable. Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja; la foto es de Poyatos.


o Quinta última novillada del Zapato de Oro de Arnedo. Tres cuartos de entrada. Novillos de Valdefresno y Fraile Mazas (primero, segundo y tercero), con cuajo y pitones; y un sobrero de Baltasar Ibán (5º), excelente. El tercero, de gran juego, fue premiado con la vuelta al ruedo. Esaú Fernández, silencio y saludos tras aviso. Miguel de Pablo, silencio y silencio tras aviso. Alberto López Simón, dos orejas y saludos tras aviso.


o Vídeo de Burladero.com de la quinta y novillada de Arnedo.