La coordinadora de asociaciones latinoamericanas en La Rioja, 'La Rioja Latina', pondrá en liza en la Feria de San Mateo de 2010 cuatro trofeos taurinos
Los premios de esta iniciativa serán para la mejor ganadería, la mejor faena, el mejor subalterno, y una mención especial al taurino que mayores lazos de unión tenga entre la comunidad española y la americana.
La fiesta de los toros ha tenido (y tiene) que soportar una identificación exclusiva con lo español y concretamente con lo 'nacional' español, sobre todo después de la Guerra Civil y básicamente por la utilización que de ella hizo el régimen de Franco como espectáculo de masas en el que se ponían de relieve -como en ninguno- los socorridos valores patrios. Enrique Tierno Galván escribió un magnífico ensayo -vetado por la censura- en el que hablaba del toreo como acontecimiento que traspasa fronteras y que unía a culturas de ambos lados del atlántico: europeas como España, Francia y Portugal e hispanoamericanas como México, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela o Bolivia, con manifestaciones autóctonas en cada uno de estos países como los forcados portugueses, los raseteurs de la Camarga francesa, la corrida de las landas galas, el carnaval taurino Autlán de la Grana, Jalisco, México, la corrida luso-californiana en Estados Unidos, las corralejas de Colombia, el toro y el cóndor del Perú o toreo de la vincha en Argentina. Las modalidades son infinitas, pero en casi todas ellas reside el toreo como un vestigio de culturas mediterráneas que se extendieron por el mundo miles de años después de los juegos tauromáquicos de Cnosos, de la vieja Creta. Sea como fuere, esta globalización va a tener en la próxima Feria de San Mateo un felicísmo camino a la inversa porque la coordinadora de asociaciones latinoamericanas en La Rioja, 'La Rioja Latina', ha decidido establecer cuatro premios taurinos para la próxima feria de San Mateo; es decir, aficionados del otro lado del océano Atlántico que conocen y aman el toreo de aquellas latitudes y que por diferentes vicisitudes han tenido que desplazarse a La Rioja desean mantener la llama de su afición taurina y alentar tanto la presencia de estos nuevos riojanos en los festejos taurinos de 'La Ribera', como premiar a los diferentes diestros y ganaderías que participan en las corridas de San Mateo. Jerónimo Santamaría, matador de toros retirado y actualmente casado con una mujer de Colombia, e Iván Darío Caicedo Pérez, director de la Corporación Cultural Colombia Tierra Querida, manifiestan su interés por poner en liza estos premios: «En mi país el toreo es parte de nuestra vida, lo sentimos muy nuestro y, además, está muy unido a la fiesta que se celebra después de las corridas», subraya Iván Darío. Los premios de esta iniciativa serán para la mejor ganadería, la mejor faena, el mejor subalterno, y una mención especial al taurino que mayores lazos de unión tenga entre la comunidad española y la americana. Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.
Los premios de esta iniciativa serán para la mejor ganadería, la mejor faena, el mejor subalterno, y una mención especial al taurino que mayores lazos de unión tenga entre la comunidad española y la americana.
La fiesta de los toros ha tenido (y tiene) que soportar una identificación exclusiva con lo español y concretamente con lo 'nacional' español, sobre todo después de la Guerra Civil y básicamente por la utilización que de ella hizo el régimen de Franco como espectáculo de masas en el que se ponían de relieve -como en ninguno- los socorridos valores patrios. Enrique Tierno Galván escribió un magnífico ensayo -vetado por la censura- en el que hablaba del toreo como acontecimiento que traspasa fronteras y que unía a culturas de ambos lados del atlántico: europeas como España, Francia y Portugal e hispanoamericanas como México, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela o Bolivia, con manifestaciones autóctonas en cada uno de estos países como los forcados portugueses, los raseteurs de la Camarga francesa, la corrida de las landas galas, el carnaval taurino Autlán de la Grana, Jalisco, México, la corrida luso-californiana en Estados Unidos, las corralejas de Colombia, el toro y el cóndor del Perú o toreo de la vincha en Argentina. Las modalidades son infinitas, pero en casi todas ellas reside el toreo como un vestigio de culturas mediterráneas que se extendieron por el mundo miles de años después de los juegos tauromáquicos de Cnosos, de la vieja Creta. Sea como fuere, esta globalización va a tener en la próxima Feria de San Mateo un felicísmo camino a la inversa porque la coordinadora de asociaciones latinoamericanas en La Rioja, 'La Rioja Latina', ha decidido establecer cuatro premios taurinos para la próxima feria de San Mateo; es decir, aficionados del otro lado del océano Atlántico que conocen y aman el toreo de aquellas latitudes y que por diferentes vicisitudes han tenido que desplazarse a La Rioja desean mantener la llama de su afición taurina y alentar tanto la presencia de estos nuevos riojanos en los festejos taurinos de 'La Ribera', como premiar a los diferentes diestros y ganaderías que participan en las corridas de San Mateo. Jerónimo Santamaría, matador de toros retirado y actualmente casado con una mujer de Colombia, e Iván Darío Caicedo Pérez, director de la Corporación Cultural Colombia Tierra Querida, manifiestan su interés por poner en liza estos premios: «En mi país el toreo es parte de nuestra vida, lo sentimos muy nuestro y, además, está muy unido a la fiesta que se celebra después de las corridas», subraya Iván Darío. Los premios de esta iniciativa serán para la mejor ganadería, la mejor faena, el mejor subalterno, y una mención especial al taurino que mayores lazos de unión tenga entre la comunidad española y la americana. Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.