o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja en una sección que aparece los jueves y que se titula Mira por dónde.
jueves, 3 de junio de 2010
¿A FAVOR O EN CONTRA?
Un amigo me ha enviado el siguiente mensaje: Pepe (es un nombre inventado) que leyó hace unas semanas tu columna me ha preguntado que si estás dando motivos para que Pedro Sanz te contrate en alguno de los múltiples gabinetes del Gobierno como asesor, como chófer o de estilista. Por otra parte, mi frutero, que es un tipo que siempre anda preocupado por mi salud y mis vacaciones, me sugiere cada día -junto con cada kilo de manzanas que le compro- que le dé más caña a Zapatero, que soy muy flojo con el Gobierno, y que no tengo valor para decir las cosas como son. Yo no soy columnista, ni ralo, ni estrecho, ni zapateril ni pepero. No aspiro a gabinete alguno porque con escribir me muero, pero no le falta razón al amigo de mi amigo ni al insatisfecho expendedor de melones, peras y membrillos, porque los periodistas cuando escribimos cualquier cosa siempre callamos más de lo que firmamos. Guardamos en el zurrón frases e historias superlativas que nos acongojan, jamás decimos la verdad (en todo caso una parte) porque la verdad es toda ella verdadera y siempre, repito, siempre, almacenamos en la chistera cuestiones enteras que por no pensar se nos hacen inalcanzables. Es decir, nadamos pero guardamos la ropa porque la cosa está muy chunga y luego ya se sabe. Decía que no quiero un gabinete, y lo suscribo; pero sí quiero fresas y melones, bananas, kiwis, piñas, zarzamoras y endrinas, pomelos, naranjas, moras y sandías. Todas las frutas me gustan porque ya saben la forma en la que le contestó un día al director de su periódico Ramón Gómez de la Serna cuando le ordenó que escribiera un artículo sobre el Gobierno (en aquellos tiempos sólo había uno): «¿A favor o en contra?»