Una tarde en Madrid. Foto: Paloma Aguilar |
La primera semana de San Isidro se salda con un desolador fracaso ganadero del que apenas se salvan dos toros de Dolores Aguirre
La primera semana completa de San Isidro (con la de ayer se llevan diez corridas) ha supuesto un desastre absoluto en lo que se refiere al apartado ganadero, tanto en la presentación de los astados como a su lamentable comportamiento en el ruedo. De hecho, hasta la octava corrida, sin contar con el espectáculo de rejones, no se lidió al completo ninguno de los envíos ganaderos reseñados para la primera plaza del mundo en San Isidro. Pero la cosa venía de lejos, ya que en la Feria de la Comunidad se rechazó entera la corrida de Adelaida Rodríguez, y la del Dos de Mayo hubo de ser remendada con tres cornúpetas del Conde de Mayalde. Es decir, un baile de corrales inusitado (e intolerable), que hacía muchos años que no se producía a semejante escala, y absolutamente impropio de Madrid, de la categoría de la primera plaza del mundo y por todo lo que se juegan los toreros.
Pero además, a todas estas circunstancias se ha unido el bajísimo juego de la mayor parte de las corridas, tanto es así que sólo destacan ejemplares sueltos (dos o quizá tres de Dolores Aguirre) y los dos últimos de Alcurrucén, en un verdadero desierto de toros bravos en el que ha abundado como nunca la mansedumbre, la falta de casta y fuerzas y una tónica que se ha repetido en varias corridas, la desaparición de las embestidas tras el tercio de banderillas, la mayor parte de los toros se han esfumado hasta desdibujarse por completo cuando han salido al ruedo con espada y muleta los matadores. La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) ha enviado un comunicado achacando los problemas de presentación a la falta de remate de los astados por el invierno tan lluvioso que han asolado a las ganaderías, aunque en los corrales de Las Ventas y en varios mentideros taurinos también se especula con la ausencia de Florito como veedor de la plaza y su relación con la deficiente presentación de los envíos ganaderos. Porque Florito, además del mayoral de Las Ventas, ha sido durante muchas temporadas el encargado de reseñar en el campo las reses que se lidiarían después en el coliseo venteño. En Madrid este año se han jugado corridas con ejemplares absolutamente impresentables como el quinto novillo de Carmen Segovia, de nombre ‘Actriz’ y lidiado el pasado lunes por Juan del Álamo, que a pesar de superar con holgura los quinientos kilos, parecía una autentica vaca por lo lavado de su cara, lo escurrido de su tipo y la altura de sus remos. Otro ejemplo fue el segundo astado del lote del mexicano Arturo Macías, un toro de Martelilla, llamado ‘Investido’, de 555 kilos que fue sonoramente pitado por sus feísimas hechuras, por la precariedad de su estampa. El toro de Madrid no se puede definir nunca por su tamaño aunque en ocasiones se tape por él o por sus desarrolladas defensas. La corrida mejor presentada hasta el momento fue la de Parladé: seria, enmorrillada, pareja, no muy alta y con astfinísimas defensas. Sin embargo, su comportamiento fue mular. ¿Segurá así el resto de la feria?
o Corridas completas. De diez, sólo Parladé y Alcurrucén.
o Toros destacados. El lote de Rafael Rubio ‘Rafaelillo’ de la divisa de Dolores Aguirre; y los astados lidiados en 5º y 6º lugar por ‘El Cid’ y Miguel Tendero de la ganadería de Alcurrucén.
o Fracasos ganaderos. Salvador Domecq; José Luis Pereda, La Dehesilla, Antonio Bañuelos, Carmen Segovia, Martelilla, Casa de los Toreros, Parladé, Domingo Hernández y Garcigrande. (Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja).