Diego Urdiales se prepara a fondo para la corrida del lunes en La Maestranza
«Cuando debuté de novillero en Sevilla sentí algo muy especial porque La Maestranza es una plaza única; bellísima, especial... Pero ahora las cosas son muy diferentes porque no es lo mismo actuar en un festejo en septiembre que hacerlo en la semana de pre-feria en el abono de abril, con la televisión y con la mentalización con la que llego», subraya el arnedano horas antes de hacer su primer paseíllo como matador de toros en el coso del Baratillo: «Puede ser un gran día» Y la corrida, no conviene olvidar, no es de las más apetecibles para los toreros ya que la divisa del Conde de la Maza, es una de esas ganaderías que tienen el marchamo de duras, un hierro que lidia pocas corridas y con el que los triunfos no suelen ser norma habitual.
Sin embargo, el torero riojano tiene confianza: «Es cierto que se trata de una ganadería muy exigente pero la conozco bien porque ya actué frente a ella hace unos años en Las Ventas en una corrida de verano y aunque no pude cortar ninguna oreja, la verdad es que hubo toros con posibilidades, complejos, muy serios, pero con ese fondo de bravura que tiene el encaste Núñez». Como se relata en un reportaje firmado por Ignacio de Cossío en la revista de la UCTL, los toros del conde son largos, bajitos, muy finos de cabos y pezuñas y rectos de lomo; en cuanto a las particularidades, conviene señalar que hay toros en esta casa con abundante rizo en la cara (carifoscos) y con aspecto aleonado al tener mucho pelo en las cabezas y reunir unos morrillos fuertes y musculados. Curiosamente, estos toros desarrollan más el iris (denominados zarcos) en el globo ocular que lo normal en un toro bravo. En la plaza, los Núñez del Conde, tienen también más de villamarta que de parladé. Embisten con picante, que a veces se transforma en brusquedad o genio en su salida, rematando con dureza en los burladeros. Es importante que estén lidiados por manos de un auténtico profesional para que no se equivoque y que sepa aguantar las primeras arrancadas, puesto que al final, en el tercio de muleta, es cuando obedecen y se entregan, metiendo la cara con verdadera emoción y transmisión.
El origen de esta ganadería es la de Carlos Núñez, ya que el Conde de la Maza formó la vacada con reses de Manuel Martín Berrocal. Antes había comprado varios erales de la divisa de Villamarta, también de origen Núñez, y tras tentarlos se quedó con algunos para padrear. A esa gran cantidad de ganado puro de Núñez hay que agregar, por un lado, algunas reses que el padre de Leopoldo conservaba en Arenales de Juan Belmonte, Gallardo y Gamero Cívico; así como varias vacas que el actual Conde de la Maza conservó al comprar el hierro de Arturo Pérez Hernández. Sin embargo, más del 90% de la procedencia de los toros del Conde de la Maza es Núñez, gracias a los sucesivos cruces en casi medio siglo de crianza y selección. Y Diego Urdiales, precisamente, es un apasionado del toro de Núñez: «Tiene picante, dureza, quizás frialdad de salida, pero cuando se entrega es una de las ramas ganaderas más bravas que existen. Ahí radica mi esperanza, en que alguno de los que me toquen tengan ese fondo de bravura que anhelo». El torero riojano lleva una semana tentando y entrenando en diferentes fincas ganaderas de Sevilla: «Toda esta preparación ayuda mucho, tanto para no perder el contacto con la embestida de los toros como por estar plenamente concentrado para la corrida. No me quita el sueño, pero estoy como loco porque sea la hora de saltar al ruedo; ya que estos días son los peores anímicamente».
o Diego Urdiales actúa mañana en Sevilla ante toros del Conde de la Maza con Antonio Nazaré y Oliva Soto en el cartel.
o De novillero: El riojano toreó en Sevilla el 20 de septiembre de 1998, en una novillada fuera del abono ante utreros de Manolo González y González Sánchez-Dalp.
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja; la foto es de Justo Rodríguez.
