Pasear y leer, leer mucho, leer sin descanso y disfrutando de cada página. Cultivo novelistas franceses, polacos, ingleses, rusos, hispanoamericanos o españoles.». Así relata María Piudo, histórica profesora de francés del Instituto Sagasta, en qué consiste su día a día, la rutina de una mujer cosmopolita que marcó el devenir a muchas generaciones de estudiantes a las que formó desde el año 70 hasta el 2002; más de treinta años de docencia en Logroño (antes había estado en institutos de Jerez y de Albacete) en los que inculcó el espíritu de la enseñanza y del goce por el aprendizaje a un número ingente de jóvenes. «Me encuentro a muchos de mis alumnos y es un placer charlar con ellos y conversar sobre su vida, cómo les ha ido, qué hacen, qué estudiaron». María Piudo comenzó sus estudios en Logroño pero tuvo la oportunidad de formarse fuera de España: «Tan importante como la formación es establecer vínculos y contactos. En nuestra época era muy difícil salir fuera a estudiar; ahora las cosas han cambiado mucho y los jóvenes tienen las puertas abiertas gracias a los programas Erasmus. Yo en Francia tuve la oportunidad de conocer a personajes como Rafael Alberti o Tarradellas; a nuestra clase iba el hijo del rey de Suecia, con un Volvo impresionante..., pero lo que guardo como un tesoro son las relaciones o los contactos que hice. Estuve un año sabático en Inglaterra y fue muy hermoso conocer otras historias, otras gentes... Eso te enriquece y te abre perspectivas nuevas continuamente». También vivió muy de cerca la Transición, de hecho fue delegada de Educación desde 1979 a 1983: «Nosotros queríamos la Democracia como existía en los países de nuestro entorno; me llamaron de UCD y recuerdo aquellos años como de mucho trabajo pero trufados de una gran ilusión. Fíjese, se hizo la friolera de 30 colegios de nueva planta en La Rioja. Era impresionante la esperanza que se respiraba porque había que cambiar muchas cosas». Existe una cuestión crucial en el espíritu de María Piudo: «Cuando iba fuera de España llevaba conmigo todo el espíritu de América Latina, en mi casa de Logroño éramos vecinos de muchas personas que venían de Argentina, Chile, Venezuela. Eso me marcó y nos distinguía en Europa. Los ingleses tienen la India, pero los españoles tenemos América, y eso nos ofrece un bagaje cultural impresionante. Somos hijos de una historia y de una identidad que hay que enriquecer con más y más contactos», subraya. María Piudo forma parte de un equipo de lectura que se reúne todos los jueves del año: «Es impresionante cómo nos motiva el profesor Ricardo Mora, con él estamos descubriendo literatura de muchos países, con autores nuevos para nosotros que resultan fascinantes». Pero también le gusta pasear: «Logroño tiene un tesoro con su río; me encantan las ciudades con ríos y puentes como las que hay en Francia y en Italia, y la nuestra tiene un privilegio con ese parque que se abraza al caudal. Me encanta pasear por la zona del cuarto puente muy prontito por las mañanas, pasear y respirar».
o QUÉ FUE DE.... MARÍA PIUDO es un reportaje que he publicado en Diario La Rioja.