La cantaora jerezana regresa a los Jueves Flamencos con su disco 'Sólo por eso' bajo el brazo
«Mi cante preferido es la soleá», asegura una de las voces imprescindibles del cante flamenco actual
Tomasa Guerrero, 'La Macanita', trae en su garganta todas las sensiblidades de Jerez, todos las emociones flamencas de una mujer que canta casi desde que nació: «Mi vida es el cante desde niña, desde que estaba en la tripa de mi madre». Y es que esta artista jerezana, que debutó en Logroño hace ya diez años en una de las primeras ediciones de los Jueves Flamencos, se ha convertido en una de las referencias imprescindibles para comprender el cante flamenco jerezano actual, un estilo diferenciado por una personalidad que no ha pasado desapercibida para los aficionados desde que con apenas cuatro años apareciera en el mítico programa de TVE Rito y geografía del cante. Dice que su palo predilecto es la soleá y que aunque no tiene «problemas con la fusión, yo prefiero inclinarme por la pureza». Con apenas 20 años participaó en la histórica grabación Tauromagia, de Manolo Sanlúcar: «Aquello fue muy importante en mi carrera tanto por la experiencia como porque me dieran un sitio en una obra tan importante para el flamenco». A veces da la sensación de que Tomasa posee una voz que pertenece a otra época. Su metal arcaico se acaricia con un compás profundo y delicado y en sus obras discográficas ha sido capaz de ofrecer dos caras, una más modernizada para temas menos comprometidos y otra, señera y brutal, en la que recuerda el grito de 'La Paquera', aquella cantaora mítica de Jerez que ha encontrado en 'La Macanita' su heredera. Tomasa vuelve por tercera vez a Logroño y lo hará acompañada del tocaor Manuel Parrila -que conoce como muy pocos los estilos jerezanos- y dos verdaderos maestros del compás -Gregorio y Chícharo-, que ya saben lo que es encandilar en La Rioja. (Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja).
