Ferrán Adriá acaba de anunciar en Madrid Fusión que va a cerrar dos años El Bulli para pararse a reflexionar y, según sus palabras, tener un poco de vida personal. Lo ha contado en el evento gastronómico más importante del mundo y da la sensación de que ese mismo mundo vaya a detenerse ahora con la clausura temporal del que está considerado como mejor restaurante del planeta. Vayamos por partes: Madrid Fusión, magistralmente organizado por José Carlos Capel, es la gran referencia mundial de la creatividad en los fogones y Adriá–la representación exacta de la gastronomía como un hecho cultural, creativo y también espiritual– ha elegido este foro por simbolizar como ningún otro ese afán científico por la revolución en la cocina que ha puesto a España a la cabeza de los gustos, las modas y las tendencias gastronómicas internacionales. España está a la cabeza y Ferrán Adriá ha sido el máximo causante de esa convulsión culinaria que ha sacudido el mundo en una prodigiosa década de estilos vertiginosos, controversias y descubrimientos. Pero Ferrán se ha cansado; y no es que se vaya a reinventar en dos años. Eso es imposible. Sin duda buscará un nuevo modelo que satisfaga esa fiebre creativa suya tan demoledora, tan brutal, tan repleta de infinitud. Un más allá de las esferificaciones… ¿Será posible? Una vez tuve la suerte de entrevistarle y nunca se me olvidará la sensación de humildad que mostró; la generosidad de sus conocimientos, su capacidad de sorpresa. Tuve la sensación exacta de que estaba frente a alguien que pasará a la historia como un Picasso o un Cezánne y me dijo que si en la vida te crees que lo sabes todo en realidad estás muerto. Lo dicho, un genio.
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja en una serie que sale los jueves y que se llama Mira por dónde.