El empresario panadero José Pedro Orío viaja esta semana a Ecuador y a Perú para convencer a José Tomás de que inaugure en marzo la nueva plaza de Arnedo
El ayuntamiento espera la respuesta de José Tomás para confeccionar el cartel inaugural del coso de Arnedo
José Pedro Orío tiene una obsesión y para ello va a cruzar el Océano Atlántico: «Voy a hacer 20.000 kilómetros para buscar a un torero», comenta orgulloso de su destino, consciente de que es una de las principales empresas de su vida a pesar de que los negocios le han sonreído en vicisitudes mucho más complejas que ésta y siempre ha salido victorioso. José Pedro Orío quiere a José Tomás y lo quiere para que el próximo mes de marzo inaugure la plaza de toros «más bonita del mundo. Es impresionante, tiene una belleza muy peculiar y está dotada de los mejores servicios de cuantas conozco. A él le va a encantar y como sé que lo que le motiva nunca ha sido el dinero, sino las emociones, la piel y los instintos de las cosas, estoy convencido de que lo puedo lograr», asegura el empresario de Herce que la pasada primavera tuvo la suerte (y el detallazo) de financiar –como todos los años– el vestido ‘Rioja y Oro’ con bordados de corazones belmontinos con el que le obsequió el Centro Riojano de Madrid como absoluto triunfador de la feria de San Isidro, aquella en la que pulverizó todos los récords y en la que en sólo dos tardes cortó la friolera de siete orejas y cobró a cambio tres cornadas.
José Tomás, un torero diferente
«José Tomás es un torero diferente; yo no he visto nunca nada igual», repite José Pedro Orio a sabiendas de las dificultades que conlleva su intentona. ¿Cuál es la estrategia que va a seguir?: «Yo tengo una estupenda relación con su entorno, con varias personas de su ámbito más cercano y ya he hablado varias ocasiones con su apoderado Salvador Boix de esta idea; a él no le ha parecido mal y me han invitado a ir con ellos». José Pedro Orío viajará a Quito (Ecuador) donde José Tomás actúa el tres de diciembre y el seis estará en la emblemática plaza de Acho, en Lima (Perú). Irá enrolado con todo el equipo del torero de Galapagar para exponerle personalmente su proyecto: «Quiero hablarle de la plaza, de Arnedo, de toda la gente que le admira en el pueblo y que no ha tenido nunca la oportunidad de verle en directo. Él recuerda con mucho cariño su paso como novillero y quién sabe si me contesta que sí».
o Este artículo lo he publicado hoy en Diario La Rioja.
